viernes, 24 de septiembre de 2010

RELACIONES DE LOS LAICOS CON SUS PASTORES.

Aproximadamente hace cinco meses, que comenze esta aventura del blog. Aventura que yo no esperaba, que me fuera a traer tantas satisfacciones, pero desgraciadamente también algunos disgustos. Y digo esto, porque mi relación entre los laicos desde que comenze el blog, ha sido de un gran apoyo, comunión y corresponsabilidad en la Iglesia. A pesar, posiblemente de algunas diferencias de mi formar de ver las cosas con la jerarquía eclesial. Es decir, a todos les ha interesado más mis reflexiones evangélicas, que mis posturas sobre la jerarquía eclesial. Acontecimiento, que me han llenado de gran satisfacción.

Pero como he dicho anteriormente, la apertura de este blog, también me ha llevado a compartir ciertos disgustos con mis Pastores. Pues a ellos, al parecer, no le interesa tanto que yo pueda poner en cuestión no pocas cosas de lo que dice el Evangelio. Lo que yo no puedo, es poner en cuestión lo que diga la jerarquía eclesial.

Posiblemente, debemso de leer de manera algo diferente al Lumen Gentium.

Relaciones de los laicos con sus Pastores

Los sagrados Pastores reconozcan y promuevan la dignidad y responsabilidad de los laicos en la Iglesia. Recurran gustosamente a su prudente consejo, encomiéndenles con confianza cargos en servicio de la Iglesia y denles libertad y oportunidad para actuar; más aún, anímenles incluso a emprender obras por propia iniciativa. Consideren atentamente ante Cristo, con paterno amor, las iniciativas, los ruegos y los deseos provenientes de los laicos. En cuanto a la justa libertad que a todos corresponde en la sociedad civil, los Pastores la acatarán respetuosamente.
Son de esperar muchísimos bienes para la Iglesia de este trato familiar entre los laicos y los Pastores; así se robustece en los seglares el sentido de la propia responsabilidad, se fomenta su entusiasmo y se asocian más fácilmente las fuerzas de los laicos al trabajo de los Pastores. Estos, a su vez, ayudados por la experiencia de los seglares, están en condiciones de juzgar con más precisión y objetividad tanto los asuntos espirituales como los temporales, de forma que la Iglesia entera, robustecida por todos sus miembros, cumpla con mayor eficacia su misión en favor de la vida del mundo. ( Lumen Gentium, 37 ).

2 comentarios:

  1. Mi muy estimado Rafa. Los que somos libres, parece que tenemos cierta facilidad para tropezar con los que mandan. ¡¡ Anarquía quieres tú!!, me dijo una vez una persona acalorada. Equibocado desde luego. Yo quiero orden. Un orden establecido que respete la vida de cada persona, sus circunstancias personales y sociales y que nunca interfiera en el desarrollo que el propio sujeto quiera hacer de su dignidad. En este sentido, estoy contigo, respecto de que aun a pesar de los sinsabores, merece la pena opinar responsablemente como tu lo haces. Ser libre no es hacer lo que uno quiera. precisamente los que nos sabemos libres, sabemos de una manera especial donde esta esa delgada línea roja que nos lleva a la irresponsabilidad.
    Por ello Rafa, ¿eres consciente de que tu blog ilumina?. Pues adelante amigo.
    Un abrazo, nos vemos el viernes que viene. OK??

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  2. Eduardo Cáceres (Ex.alumno E.T.ECIJA)28 de septiembre de 2010, 9:55

    Poco a poco se irá abriendo camino la "luz" del Vaticano II. Como seres humanos, necesitamos todos de la "caridad" y si damos a Dios gracias por los bienes y dones que nos dá, creo que también hay que darle gracias por las tribulaciones con las que nos prueba, nos fortalece y en las que siempre nos sostiene.
    Un abrazo.

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