viernes, 4 de febrero de 2011

EL PRECIO QUE TIENE LA LIBERTAD PROFÉTICA.

El evangelio de la liturgía de hoy, nos ayuda a profundizar un poco más en la realidad profética, de la cual venimos hablando en estos días.

En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes otó hablar de él. Unos decían: " Juan Bautista ha resucitado, y por eso los ángeles actúan en él ". Otros decían: " Es Elías ". Otros: " Es un profeta como los antiguos ". Herodes, al oírlo, decía: " Es Juan, a quien yo decapité, que ha resuitado ". Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de enmedio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. En muchos asuntos seguía su parecer y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a us magnates, a sus oficiales y la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: " Pídeme lo que quieras, que te lo doy ". Y le juró: " Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino ". Ella salió a preguntarle a su madre: " ¿ Qué le pido ? ". La madre le contestó: " La cabeza de Juan el Bautista ". Entró enseguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: " Quiero que ahora mismo me des en una bandeja: " la cabeza de Juan el Bautista ". El rey se puso muy triste; pero por el juramento y los convidados no quiso desairarla. Enseguida le mandó a uno de los guardias que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a la madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.


Este relato es el ejemplo vivo de lo que es el poder despótico. Y también el precio que tiene la libertad profética. El poder despótico carece de ética. La libertad profética termina pagando con la vida el riesgo y el atrevimiento de lo que significa ser libre y actuar con libertad y coherencia. Es la ley del poder. Y también la ley de la libertad frente a los abusos del poder.( JM.CASTILLO)

Así ocurría en tiempos antiguos. Y exactamente lo mismo sigue ocurriendo en la actualidad, en este preciso momento.

Mientras que el poder despótico se recuerda con desprecio, el dolor y el fracaso de los profetas es el motor de la historia. Si hoy la sociedad es menos inhumana que en tiempos de Herodes y Pilatos, eso se debe a que han existido legiones de esclavos anónimos, de víctimas desconocidas, de personas ejemplares que han dado lo mejor de sí mismas, para que haya menos abusos y más humanidad.

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