jueves, 17 de febrero de 2011

EL VALOR DE UNA RELIGIÓN ESTA EN SU HUMANIZACION

Rino Fisichella presidente del discaterio para la Nueva Evangelización, pronuncio una conferencia el pasado lunes - 14 - en la asamblea de los delegados de medios de comunicación de la CEE.

Fisichella en un turno de preguntas dijo: "Tenemos que explicar con lenguaje de hoy nuestra fe. Tenemos que explicar claramente por qué somos creyentes. Tenemos que saber decir que el cristianismo es la verdadera religión. Sí, tenemos que decirlo. ¿Por qué sólo los musulmanes van a tener derecho a decir que el Islam es la única verdadera religión y nosotros, no?". Fisichella, continuó: "la crisis actual es crisis de Dios", porque hoy "se admite la religión, pero no se admite a Dios ni a la Iglesia". Tanto es asi que, hoy en día, "Dios no es negado, es desconocido". De ahí que la función de la nueva evangelización sea "hacer a Dios creíble en el mundo", porque el mundo de hoy necesita testigos creíbles del amor y espacios sagrados.

Yo pienso ante estas palabras de Rino Fisichella, que Dios es el Trascendente. Es decir, Dios nos trasciende a todos y, por tanto, no está a nuestro alcance. De ahí, que la tarea de las religiones no es discutir cuál de ellas es la verdadera. Ni siquiera, cuál es la mejor. La religión no puede tener otra finalidad que llevarnos a Dios. Pero Dios, si es Dios de todos y para todos los humanos, sólo se puede encontrar allí y en aquello en lo que todos los humanos coincidimos: la defensa de la vida, la salud, la comida, el respeto, la tolerancia, la estima mutua... Cuando acudimos a la mezquita, a la sinagoga, a la iglesia, al templo, sea el que sea, lo que importa es que eso nos haga más humanos. Porque en la medida que nos hacemos más humanos estamos encontrando a Dios.

Por eso la religión puede ser, para mucha gente, un camino para encontrar a Dios. Pero también puede convertirse en un impedimento para relacionarse con Dios.

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