jueves, 3 de marzo de 2011

SUSPENSO A LAS AUTORIDADES RELIGIOSAS

¿ Qué les ha preocupado a lo largo del tiempo a los " hombres de la religión ", que al cabo de dos mil años, llegan a la conclusión de que nos falta el conocimiento de Jesús ?.

Sobre este tema y para ser muy breve como me gusta a mi ser; es importante ver como se presenta este tema del poder y la autoridad en el Evangelio. Sobre este tema se nos dicen cuatro cosas importantes, que pertenecen a lo esencial del mensaje de Jesús.

· Primera: El Dios de Jesús se nos ha revelado en un hombre laico, del pueblo, pobre, débil, un hombre que fue calumniado, mal visto por todos los que estaban en el poder, un hombre que se codeaba y se presentaba como amigo de enfermos, pecadores, de las mujeres, de los niños ..., de todas las gentes más marginadas. Este tipo de gente eran los que le entendían y los que le seguían. Los que estaban en el poder lo calificaron como un hombre amigo de pecadores, que pertenecía al grupo de los que no conocían la ley , que estaba maldito y que había que eliminar, porque ponían en entredicho su poder

· Segunda: No quiso el poder. Huyó del poder. En el evangelio aparece repetidamente como Jesús venció la gran tentación de predicar y hacer presente El Reino desde el poder... Sabemos, además, que se enfrentó con todos los que tenían poder en su tiempo, hasta morir como un maldito por esta causa, yo diría que sólo por esta causa.

· Tercera: El gran problema que tuvo con sus apóstoles fue precisamente a causa del poder. Les dijo que era imprescindible para ser alguien en su comunidad hacerlo con ausencia total de poder. Que había que hacerse como niños, como condición absolutamente indispensable para ser un apóstol suyo. Y los niños, en aquella cultura, se singularizaban precisamente por eso: porque eran seres sin derechos, sin poder, sin valor social. Jesús fue tolerante en todo con sus discípulos e intransigente tan sólo en este punto. La palabra poder , y sobre todo las actitudes de los que tienen poder, no pueden casar de ningún modo con lo Jesús quiso en sus discípulos.

· Cuarta. Son muchos los que tienen el convencimiento de que la salvación depende del sometimiento y de la obediencia debida a los que están constituidos en poder en la Iglesia: Papa, Obispos y párrocos, superiores de órdenes religiosas etc. .Y Jesús no asoció en ningún momento la salvación al poder de nadie, ni al cumplir normas y precepto impuestos por nadie. La asoció al amor, a la misericordia, al perdón, a la bondad, a la solidaridad con los que sufren, pero nunca al sometimiento de unas personas sobre otras. Nadie, según el evangelio, tiene poder para hablar en nombre de Dios, para establecer obligaciones en nombre de Dios y mucho menos para imponer penitencias o castigos en nombre de Dios.

Hasta el siglo XI la frase “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” se aplicaba siempre al Colegio episcopal y a cada uno de los obispos, nunca en exclusividad al Obispo de Roma. Es por lo que este texto se leía siempre en la consagración de todos los obispos.

Posiblemente un cambio en todo esto, pueda dar lugar también aún cambio en la imagen de las autoridades religiosas.

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