viernes, 21 de octubre de 2011

ES EL TIEMPO Y EL MOMENTO PARA LA IGLESIA DE INTERPRETAR EL TIEMPO PRESENTE.

Siguiendo en la línea de la reflexión de ayer, en la necesidad de una Iglesia mas pofética, el evangelio de la liturgía de hoy, nos va servir para nuestra reflexión.

" En aquel tiempo, mdecía Jesús a la gente: "Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida:"Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur decís:"Va a hacer bochorno",y lo hace. Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?. Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arraste ante el juez y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo". Lc 12, 54-59

A lo largo de la historia de la humanidad, el pensamiento humano ha ido cambiando su forma de vivir, pero tan cierto como esto es que, esa forma de vivir ha ido cambiando también la forma de pensar del ser humano. Estas situaciones en la vida del ser humano han determinado una nueva etapa en su historia.

Esto sucedio con Jesús: hasta él, estuvieron en vigor la ley y los profetas, con él se empieza a anunciar el Reino de Dios( Castillo). Otros momentos de cambio, fueron la Reforma del S.XVI o la Ilustración del S.XVIII.

Pues bien desde el fatídico atentando de las torres gemeleas en Nueva York, el mundo se enfrenta nuevamente a un cambio radical. Consecuencia de este cambio es la gran crisis económica mundial que esta afectando a todos los paises, algunos algo más que otros. Esta crisis sin duda nos va atraer otra forma de vivir. El mundo ya no es (ni va a ser) como antes. Pero no sólo el cambio va a ser en lo político, económico, sino también en lo religioso, pues así a sucedido a lo largo de toda la existencia humana.

Ya en aquellos tiempos, Jesús no solamente hacía un llammiento a los que le rodeaban. Sino que sus seguidores, lo entendieron también que, nos lo dejarón a nosotros en el evangelio.

Jesús nos avisa:"¡No seáis hipócritas!" ¿No estamos viendo el cambio?. No es un cambio a peor, sino a algo nuevo, que intuimos, perop que no podemos todavía precisar. En todo caso, se avecina algo mejor, que seguramente no sospechamos. lo importante, en un momento como éste, es no aferrarse a lo que ya pasó. u ser abiertos a lo que está naciendo. Es decisivo, en estas situaciones, superar el miedo. Miedo a perder privilegios, seguridades, claridad en muchas cosas (Castillo).

Llevando esto al campo eclesial, podemos observar, que nuestras comunidades son a veces muy reacias a analizar los signos de los tiempos, aferrandose a tradiciones y costumbres de un pasado, que fueron buenas en su momento, pero que hoy no.

Que quiero decir con esto, que nuestra Iglesia, será capaz de seguir adelante en la medida que sepa interpretar los signos de sus tiempos y sea capaz de no vivir atado o anclado en un pasado que ya no volverá nunca, ni por mucho que lo intenten los altos dirigentes eclesiales.

La Iglesia está en el mundo, y no al revés. Y como parte de este mundo tiene que esta abierta a él; porqué en él, en ese mundo que le rodea, es además donde tiene que construir el Reino de Dios.

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