jueves, 6 de octubre de 2011

LA IGLESIA INTERESA CADA VEZ MENOS A LA GENTE.

Tras un mes sin escribir en el blog, he sentido la amistad de muchos; la preocupacion de otros, por si me pasaba algo, etc..

Quisiera en primer lugar dar las gracias a todos aquellos que, me habeis preguntado por email y teléfono movil.
Pido perdón a las personas que me han recriminado el abandono del evangelio del domingo. También, a aquellos que esperaban saber mi opinión sobre algunos temas, tan importantes surgido en este mes. Muchos esperabáis mi punto de vista sobre el llamamiento a la vocación que el lider del movimiento de los Kikos realizó al día siguiente de finalizar JMJ, tambíen un análisis sobre este acontecimiento, sobre la visisita del Papa a su pais, el cierre de la Escuela de Teología de Écija, en la cual estoy como profesor de eclesiología, etc...

Se que no tengo que darle explicaciones a nadie, de cuando escribó o dejó de escribir en el blog. Pero la verdad sea dicha, es que todos aquellos que tenéis la amabilidad de leerme y, de ayudarme con vuestros comentarios, se merecéis, que os lo diga. He necesitado un tiempo de descanso, reflexión y de puesta a punto.

Tal como aquella frase que pronuncio Fray Luis de León, y que dijo a sus estudiantes tras permanecer algunos años en la cárcel, “Cómo decíamos ayer...” . Retomó el blog, volviendo a pasar por la fase de si vale para algo escribir en este medio, si tiene repercusión lo que uno dice aquí. No cabe duda de que son tiempos difíciles para la libertad, para la discrepancia, sobre todo dentro de la Iglesia.

Durante este tiempo he tenido presente la siguiente pregunta: ¿POR QUÉ HOY LA IGLESIA INTERESA POCO Y A TAN POCA GENTE?, incluso hasta para muchos creyentes, que forman parte de hermandades y cofradias, tal como, es recogido por el último informe del CIS.

El 73,3 por ciento de los españoles se declara católico, aunque el 57,1 por ciento admite que no va "casi nunca" a misa, revela el barómetro de septiembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecho público hoy. Este porcentaje de católicos declarados supone un descenso de dos puntos con respecto a los datos de 2010, cuando un 75 por ciento de los encuestados se definía como católico y confirma la tendencia de la última década. Según el barómetro, en España hay un 2,2% de creyentes de otras religiones. El 14,9 por ciento de los encuestados se declara "no creyente", un porcentaje que crece de forma paralela al descenso de los que se declaran católicos. A ellos se suma un 7,4 % de españoles que asegura ser "ateo".

El CIS ha preguntado también la frecuencia con la que los encuestados acuden a misa u otros oficios religiosos al margen de ceremonias que podrían considerarse sociales, como bodas, comuniones o funerales. La mayoría (57,1 por ciento) responde que "casi nunca", un porcentaje que se situaba en el 47 por ciento en el año 2005 y que apenas superaba el 40 por ciento hace una década. El 15,9 por ciento señala que acude a un oficio religioso casi todos los domingos y festivos, cifra que ha ido también progresivamente bajando en la última década.

Estos acontecimientos crean curiosas tertulias por las mañanas, en las barras de las cafeterias , cuando se toma un café. Sobre todo, cuando se produce algunos de los hechos que últimamente están frecuentando los eclesiásticos, como la pedrastia o la homosexualidad. Los comentarios, que uno tiene que escuchar son de los más dolorosos. Y con el desagradable pensamiento, de que lo que uno está escuchando es parte de verdad.

Lo que a mí me duele de todo esto, como miembro de la Iglesia, no es que critiquen al sacerdote tal, por que es tal o ha hecho tal. Por que si es verdad, que ha cometido alguna infracción de la ley, pues que se presente ante la justicia como un ciudano más. Por otro lado, también tenemos que reconocer que tenemos buenos o mejor dicho muy buenos sacerdotes.

A mí lo que me duele como miembro de la Iglesia es que, LA IGLESIA PARA MUCHOS CREYENTES Y MIEMBROS DE ELLA Y TAMBIEN PARA LOS NO CREYENTES, HA DEJADO DE SER UN REFERNTE ÉTICO Y MORAL DE LA SOCIEDAD, SIENTIENDONOS LOS QUE FORMAMOS PARTE DE ELLA EN OCASIONES COMO EXTRANJEROS, EXILIADOS EN NUESTRA PROPIA CASA.

Por eso la Iglesia hoy interesa tan poco y a tan poca gente, por que ha dejado de ser una institución de referencia ética y moral en la sociedad. Y, la prueba es evidente, como cada vez tenemos menos personas en los templos y los que tenemos son personas mayores de 50 años. También es evidente, la cantidad de personas creyentes, que participaban en la Iglesia y que un determinado día decidieron abandonar.

Lo curioso de todo esto es que, en ciertos sectores eclesiales, se cree que la solución es volver a tiempos pasados. Tanto en la formación de los seminaristas, como en la figura del sacerdote como hombre de su parroquia solamente. Así como la formación de los laicos, basada en el catecismo y de una forma básica, para poder defender de está manera la fe de los más débiles.

Nunca tiempos pasados fueron mejores, cada tiempo tiene sus circunstancias. Jesús nos lo recuerda en el Evangelio: " Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: " Chaparrón tenemos ", y así sucede. Cuando sopla el sur decís : " Va a hacer bochorno ", y lo hace. Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿ cómo no sabéis interpretar el tiempo presente ? ¿ cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer ? ".

Lógicamente, esto no se consigue obligando las autoridades eclesiásticas a teólogos y sacerdotes a hablar de Dios, de Jesús, del Evangelio y la Iglesia de forma que, sus planteamientos son más acorde con los de la Edad Media, que los tiempos que corren.

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