sábado, 26 de noviembre de 2011

EVANGELIO DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE. PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO.

Evangelio según San Marcos 13, 33-37

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:"Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, porque no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos:¡Velad!".

COMENTARIO.-

Con este texto del evangelio de Marcos, comenzamos el ciclo B, durante este ciclo leeremos fundamentalmente el evangelio de Marcos.

Al mismo tiempo comenzamos el Adviento (leer el post del dia anterior).

La interpretación que durante mucho tiempo sea dado a este texto del evangelio, estuvo casi siempre revestida de una capa de temor. Se decia: "el Señor había establecido un plazo, que se nos podría acabar en cualquier momento, imprevisiblemente, por lo cual necesitábamos estar preparados para un juicio sorpresivo y castigador que el Señor podría abrir en cualquier momento contra nosotros". «Que la muerte nos sorprenda confesados». Este miedo funcionó durante mucho tiempo, que ha hecho que poco a poco miembros de la comunidad decidierám abandonar, ante la gran presión que la religión ha hecho del mensaje evangelico.

Para entender bien este texto que la liturgia nos recoge hoy en el comienzo del ADVIENTO, debemos de buscar su contexto. Jesús está en Jerusalén, sentado en el monte de Los Olivos, mirando hacia el Templo y conversando confidencialmente con cuatro discípulos: Pedro, Santiago, Juan y Andrés. Jesús anuncia dos cosas: 1º- la destrucción del Templo y en segundo lugar la caida del sol, la luna y las estrellas. No debemso de olvidar que Jesús esperaba una venida inminente del Reino, pero que ha medida que pasaba el tiempo, lo que veía era una venida inmediata de su muerte. Esto hizo que a Jesús, le preocupara cómo vivirán sus seguidores cuando ya no le tengan entre ellos. Jesús hace a sus discípulos una recomendación: mantenerse despiertos.

Todo lo contrario de lo que nosotros posiblemente hacemos. Pues en lugar, de hacer del evangelio una lámpara que ilumine el camino de la vida y nos mantenga en actitud vigilante, lo sustituimos por normas y leyes eclesiales que no nos dejan llegar al verdadero encuentro con Cristo.

"Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos:¡Velad!", dijo Jesús. Por eso, deberíamos preguntarnos: - ¿Es posible contagiar la fe en este mundo, sin estar nosotros en el mundo ?,- ¿Es posible llevar el Evangelio al mundo, ignorando los pensamientos, los sentimientos de los hombres y mujeres que nos rodean en este mundo ?, - ¿No es un error, dar respuestas de otros tiempos y momentos ?.

EN VERDAD, LO QUE JESÚS QUIERE ES QUE ESTEMOS, EN VELA, PENDIENTE Y ATENTO DE TODO LO QUE OCURRE A NUESTRO ALREDEDOR Y QUE ESTEMOS PREPARADOS PARA PODER DAR TESTIMONIO DE ÉL EN ESOS ACONTECIMIENTOS. PORQUE EN FUNCIÓN DE NUESTRO COMPORTAMIENTO ASÍ SERÁ SU VENIDA.

Invitemos en nuestras parroquias, comunidades, hermandades, a nuestros hermanos a vivir el adviento. Lleguemos todos unidos a la Navidad, recibamos todos esa Navidad, como una revolución de valores .

Que también este domingo no sea solo la apertura al año litúrgico, sino la continuación en la vivencia de la Iglesia de ese año litúrgico.

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