martes, 21 de febrero de 2012

¿TEME EL PAPA UN CISMA PROGRESISTA EN LA IGLESIA?.

Abrumado por las peleas en las cumbres del Vaticano entre cardenales y altos prelados, siempre conservadores, que mellan su prestigio con documentos filtrados a la prensa y que intensifican las "murmurationes" de que podría renunciar en un futuro no lejano, el Papa Benedicto XVI, de casi 85 años, agrega otro motivo de profunda preocupación. Se tráta de la expansión del movimiento "Llamado a la desobediencia" , nacido en Austria y ahora con ramificaciones importantes en Irlanda, Alemania, Francia y Eslovaquia. No faltan los simpatizantes en América Latina, EE.UU. y Australia. El Papa teme al primer cisma progresista, apoyado por cientos de curas y una patrulla de obispos, según cuenta Julio Algañaraz en Clarín.

El número dos de la Iglesia ortodoxa rusa, el metropolita Hilarion de Volokolamsk, presidente del Departamento para las relaciones eclesiásticas del Patriarcado de Moscú, así lo manifesto hace un par de años: "Todas las versiones actuales del cristianismo – dijo – pueden ser divididas en dos grandes grupos principales: tradicional y liberal. Hoy la distancia no es tanto entre los ortodoxos y los católicos, o entre los católicos y los protestantes, sino, más bien, entre los tradicionalistas y los liberales.”

Lógicamente, a estas manifestaciones, son muchos los que creen que en esto puede estar el cisma de la Iglesia en nuestra era. Por que, la verdad sea dicha, este es el ambiente que se vive cada vez más, en nuestra Iglesia. Motivado posiblemente, en la creencia, de que la Iglesia sacramentalista de tiempos pasados ha dado más feligresía, que las posturas de la Iglesia del Concilio Vaticano II.

Pero a todo esto, tengo que añadir que, -uno que comulga con “conservadores“ y “progresistas“-, si existe un problema, es más a veces, por la parte “conservadora“, que por la “progresista“. Y esto, es debido desde mi punto de vista a que los “conservadores“ suelen ser muy dogmáticos. Y el dogmatismo, como es bien sabido, ciega la luz del Evangelio en función de los signos de los tiempos. Porque, el dogmático auténtico, lo que en realidad hace, es despreciar a todo el que no piensa como él, y a todo el que, se atreve a decir lo que disiente de lo que él piensa y habla.

Y el ejemplo más claro lo tenemos en Jesús. Jesús, no creo un cisma en el judaismo. Fueron los sumos sacerdotes, fariseos, los que no escucharon su voz profética, hasta el estremo que decidieron matarlo. Por eso, Jesús no pertenecio al Templo de Jerusalen, por que en primer lugar, no pertenecía a la clase sacerdotal y, en segundo lugar no fue una persona dogmática, como los fariseos y los letrados.

En conclusión, el progresismo de Jesús, no dió lugar al cristianismo, si no la ceguera de los hombres de la religión judía, sacerdotes, letrados y fariseos, con respecto al mensaje profético de Jesús, fueron los que hicieron que Jesús fuera perseguido.

Igual, pasa en nuestra Iglesia, el problema no esta en los progresistas, sino en aquellos que quieren ver la luz del Evangelio, con la mentalidad de tiempos pasados y no en función de los signos de los tiempos.

Luego el Papa, no teme a un cisma progresita en la Iglesia, el Papa teme a la curia vaticana conservadora.

1 comentario:

  1. Amigo mío:

    Deseo hacerte la siguiente observación. Yo pienso que te equivocas cuando dices que Jesús de Nazareth no creó un cisma en el judaísmo. Si leemos atentamente el Evangelio de Marcos. Jesús ofreció su mensaje primero al pueblo de Israel y al recibir la negativa no tuvo más opción que consumar el cisma. Un sano cisma. La prueba es que después de ser rechazado por Israel, elige a unos discípulos y los establece como "los doce" en clara alusión simbólica con las dice tribus de Israel, éstos "doce" serán el nuevo Israel.

    Al rechazar a Jesús, su mensaje y su programa, Israel ha dejado de existir, ahora el Israel de Dios serán esos "doce" que están cerca de Jesús. El anterior Israel, que ha rechazado al Mesías, es destruido, el templo derribado, la ciudad incendiada, el sistema judío aniquilado para toda la eternidad. Como dijo Jesús: no quedó piedra sobre piedra. La mentalidad de Jesús es práctica, lo que no sirve se tira a la basura, dice: si la sal se pone sosa, ¿con qué la salarán? ya no sirve más que para tirarla a la calle y que la pise la gente. El no piensa en términos de "instituciones" ni en términos de "sucesiones" eternas e inamobibles. lo que no sirve se va a la basura.

    La historia del cristianismo nos ha mostrado la necesidad de un sano cisma, cuando el Espíritu de Dios ha sido traicionado, piensa por ejemplo en Jesús, en Pablo, en Lutero, el problema es que siempre le tenemos miedo a la palabra cisma viéndolo como algo malo, algo que está en contra de Dios mismo. pero si lo analizamos, siempre necesitaremos un cisma ante el error y el peligro de la muerte espiritual.

    saludos

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