miércoles, 31 de julio de 2013

¿QUÉ NOS HA DEJADO LA JMJ?

Vueltas las aguas a su cauce y, con la tranquilidad propia ya, del día a día, después de las emociones y sentimientos vividos en los días de la JMJ, es justo hacer un pequeño balance de todo.

No voy a negar que la JMJ haya sido un gran éxito, para la Iglesia, el Papa, los Obispos y los jóvenes.

Por eso, hoy quisiera, formular mis deseos, y si se me permite, hacer una oración en voz alta, para que el encuentro vivido, no se quede en una gran movilización o fuegos de artificiales.

Y para ello, no deberíamos volcar las cuestiones a reflexionar solamente en los jóvenes, sino también en nuestros Pastores los Obispos y sacerdotes, como tantas ha recordado el Papa Francisco.

Después de estos días, saben bien nuestros pastores, ¿cuáles son las inquietudes, necesidades, ilusiones, que necesitan nuestros jóvenes en nuestras parroquias?. O solamente, nos hemos quedado con el gran éxito, que nos puede cegar, creyendo que lo que hemos visto es la realidad de la Iglesia.

A Uds. jóvenes del mundo que se habéis reunido con el Papa, y que representáis también, a todos aquellos que no han podido ir, y que habéis escuchado los mensajes del Papa. Os pido que, desde vuestra libertad y desde vuestra fe en Cristo, ALZÉIS VUESTRA VOZ TAMBIÉN, MOSTRAR VUESTRAS INQUIETUDES, VUESTRAS ESPERANZAS, VUESTROS DESEOS. Que no sólo hablemos los mayores, sino que habléis también Uds., decirnos que queréis, que Iglesia necesitáis. Que la pasión por el Reino de Jesús sea lo que se contagie, y que el Espíritu del Maestro, sea lo que transforme los corazones, como os dijo el Papa Francisco. Que entre los jóvenes venidos de todo el mundo vibren las notas del Evangelio.

Esta JMJ, también creo que ha servido, para que caigan los prejuicios y los deseos de excluir a los que piensan diferente, para que juntos todos podamos fraguar una Iglesia de corazón universal, donde todas las voces sean oídas. Que dejemos –como dijo el Papa- de devorarnos los unos a los otros.

Aunque la JMJ, ha dado imagen de fortaleza en la Iglesia, no nos equivoquemos, la Iglesia necesita un cambio, como todo en la vida, pues así nos lo ha recordado también el Papa Francisco. La Iglesia necesita seguir los signos de los tiempos, que el Espíritu de la Verdad, nos va abriendo, y que nosotros no podemos dejar a un lado.

Necesitamos centrar a la Iglesia con más verdad y fidelidad en la persona de Jesús y en su proyecto del Reino de Dios. Muchas cosas habrá que hacer, pero ninguna más decisiva que esta conversión, la de volver al mensaje de Jesús. Una Iglesia más sencilla, fraterna y buena, humilde y vulnerable, que comparte las preguntas, conflictos, alegrías y desgracias de la gente. Creando nuevas formas y lenguajes de evangelización, basado en el diálogo y en nuevos carismas que nos permitan comunicar la experiencia viva de Jesucristo.

La figura de Jesús, no fue solamente admirada por las gentes de su época, sino que ha sido admirada a todo lo largo de la historia. Hoy en día, también sigue siendo admirada, no solamente entre las personas mayores, sino entre las personas de todas las edades y especialmente entre los jóvenes, como hemos podido comprobar en estas JMJ 2013.

Por eso, sería interesante cuestionarse después de estas jornadas, si Jesús, lo que quiere es admiradores o seguidores. Lógicamente de los Evangelios deducimos que Jesús lo que quiere son seguidores y no admiradores.

La pregunta es obvia: ¿ por qué entre los creyentes existen más admiradores que seguidores ?.

Por qué la admiración, se queda en lo maravilloso del personaje, posiblemente en su divinidad y esto no requiere compromiso ninguno con Jesús. El seguimiento requiere un encuentro con lo humano para encontrar lo divino, es decir imitar a Jesús, vivir como Jesús y esto es ir en contra de muchos principios dogmáticos sociales y eclesiales.

Lo que hace más humano y construye el Reino de Dios en este mundo, son las personas que se parecen e intentan vivir como Jesús y no las gentes que sólo lo admiran y veneran.


La Iglesia necesita seguidores y no admiradores.

sábado, 27 de julio de 2013

EVANGELIO 28 DE JULIO 2013. 17ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según San Lucas, 11, 1-13.

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: - Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.
Él les dijo: - Cuando oréis, decid: «Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación».
Y les dijo: - Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la medianoche para decirle: «Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle». Y, desde dentro, el otro le responde: «No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme para dártelos». Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra?
¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?


COMENTARIO.-


Posiblemente uno, de los textos del evangelio, con más profundidad. Y no, porque en el, nos enseñé Jesús la oración universal del cristiano, EL PADRENUESTRO. Si no, porque en este texto, Jesús nos enseña la plena CONFIANZA EN DIOS PADRE.

Jesús nos llama a nosotros, a tener plena confianza en el Padre, igual que Él la tuvo: " Os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá”. Porque Jesús sabe muy bien por su experiencia que: " quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre”.

Tres son las actitudes que Jesús nos llama a descubrir, pedir, buscar y llamar. Tres actitudes que la tenemos que experimentar en nosotros mismo en primer lugar, para poderlo experimentar después como Iglesia.

Pedir. Es la actitud del pobre, que necesita aquello que no es capaz de conseguir por sí mismo. Esta nuestro corazón en esa actitud ante Dios.
Buscar. Es la actitud del que está perdido. Pero para buscar, tenemos que movernos. Nos movemos en busca de la confianza de Dios.
Llamar. Es la actitud de aquel que se encuentra perdido y busca y pide. Llamamos a gritos a la confianza de Dios.

Esta confianza en Dios, nos remontará, a una nueva experiencia. Pues el que pide recibe. Nos abrimos nosotros a recibir la confianza de Dios. El que busca halla. Hallamos la tranquilidad y la confianza en Dios o en el mundo. Al que llama se le abre. Llamamos a Dios, pero abrimos nuestro corazón a Él.

Aprendida nuestra confianza personal, aprendamos nuestra confianza como Iglesia.

Pedir. Es la actitud de una Iglesia pobre, débil y privada de poder, seguidora de Jesús. Que recibe a todos sus hijos con los brazos abiertos.
Buscar. Es la actitud de una Iglesia, que busca a Jesús en función de los signos de los tiempos. Y que por lo tanto, halla su lugar en el mundo.
Llamar. Es la actitud de una Iglesia, peregrina por el mundo que llama al mensaje de Jesús. Y a la cual, se le abre las puertas de la humanidad.

Este es a mi modo de entender también el mensaje que el Papa Francisco esta compartiendo con los jóvenes en la JMJ.
QUE NUESTRA VIDA SEA CONTAGIO DE LA CONFIANZA EN JESÚS Y DIOS PADRE.

DIFUNDID EL EVANGELIO. PÁSALO

viernes, 26 de julio de 2013

LO IMPORTANTE DE LA JMJ, NO LO OLVIDEMOS SON LOS JÓVENES. :"ID Y HACED DISCÍPULOS A TODAS LAS NACIONES"

Querido jóvenes en general y a los que no somos tan jóvenes en edad pero si en espíritu. Bajo el lema:"ID Y HACED DISCÍPULOS A TODAS LAS NACIONES" (Mt. 28,19), nos vamos a reunir con el Papa Francisco desde ayer hasta el próximo domingo 28, en lo que todos conocemos como JMJ (Jornadas Mundiales de la Juventud).

Un encuentro que lógicamente como todas las cosas de los jóvenes, será vivo, festivo y alegre. Y un encuentro espero también, que esté llamado a poner de manifiesto la presencia en nuestro mundo de una Iglesia dinámica, así como la actualidad y vigencia del mensaje cristiano.

Y digo esto queridos jóvenes, porque yo, ya he recorrido parte del camino que Uds., empezáis a caminar en la vida. Esto hace que muchas veces me vea tentado de deciros cosas, pensamientos y experiencias de esa ventaja en el camino. Pero hoy, queridos amigos y jóvenes en general, OS CONFIESO QUE ESTOY MUY INTERESADO EN ESCUCHAR LO QUE UDS, NOS TENGÁIS QUE DECIR, A MÍ Y A LOS DE MI EDAD, Y ESPECIALMENTE A LA IGLESIA EN LA CUAL VÍVIS VUESTRA FE.

Mi mirada está puesta en todos los jóvenes, por que sois la esperanza de futuro. De un futuro incierto y difícil para todos, pero especialmente para Uds. los jóvenes, tras escuchar que existe una generación perdida y una generación sin la oportunidad de trabajar en toda su vida como recordaba el Papa Francisco en su encuentro con los periodistas que el acompañaban en el avión con destino a Brasil.

Por eso, jóvenes del mundo que se reunís con el Papa, y que representáis también, a todos aquellos que no han podido ir, escuchad los mensajes del Papa. Pero eso sí, desde vuestra libertad y desde vuestra fe en Cristo, ALZA VUESTRA VOZ TAMBIÉN, MOSTRAR VUESTRAS INQUIETUDES, VUESTRAS ESPERANZAS, VUESTROS DESEOS. Que no sólo hablemos los mayores, sino que habléis también Uds., decirnos que queréis, que Iglesia necesitáis, pues sólo desde ese punto de vista podremos llevar a buen puerto el lema de la JMJ:"ID Y HACED DISCÍPULOS A TODAS LAS NACIONES" (Mt. 28,19).

Ayer arrancó la JMJ, acompañada también como todas las anteriores de todas las polémicas habidas y por haber, de estos eventos. Desde el eufemismo de los organizadores; a  las oposiciones de los que no comparten estos eventos, desde dentro de la organización eclesial, como desde fuera de ella.
Lógicamente estos acontecimientos dan también a la reflexión en todos los ámbitos de nuestra vida. Por eso, ayer llegué a la conclusión, de que nuestros jóvenes, no es que pasen de la religión, no es que no les interese la Iglesia y mucho menos son responsables de la gran crisis religiosa y eclesial que tenemos. Al contrario, nuestros jóvenes, lo que son víctimas de la gran crisis religiosa que nosotros la generación que les hemos precedido, hemos ido creado, mantenido y ellos están viviendo.

El problema no son los jóvenes, el problema es la Iglesia y la religión que hemos creado nosotros en un mundo que se va secularizando rápidamente y que nosotros quizás no hemos sido capaces de escuchar las preguntas y cuestiones más profundas, que esos jóvenes como miembros de la Iglesia han podido ir planteando.

Jóvenes que nos oyen hablar de preservativos, de control de la natalidad, de paternidad responsable, de expresiones distintas de amor. Pensamientos y actitudes de una religión y de una Iglesia que no concuerdan después posiblemente con lo que ellos y todos necesitamos y buscamos al Dios de Jesús. Al Dios amoroso, comprensivo, tolerante, que busca el bien de todos y que nos habla en nuestra conciencia y en función de los tiempos en que vivimos.

Afortunadamente, Dios no abandona a estos jóvenes, ni a los jóvenes que dejan la Iglesia. Si no, que serán ellos mismos quienes buscarán a Dios por caminos que nosotros no les hemos sabido señalar.

APROVECHEMOS LA JMJ PARA ESCUCHAR A LOS JÓVENES. LAS JORNADAS SON SUYAS, LOS PROTAGONISTAS SON CRISTO Y LOS JÓVENES.


Desde mi rincón de clausura, estoy en comunión con todos los jóvenes que se encuentran en la JMJ, os deseo una feliz jornada.

DIOS Y LAS TRAGEDIAS DE LA VIDA

El pasado miércoles vivimos los españoles un trágico día, con el accidente ferroviario que tuvo lugar en Santiago de Compostela, con el balance de 80 muertos y un centenar de heridos, entre los que se encuentran algunos niños.

Cuando vivimos estos trágicos acontecimientos a lo largo de nuestra vida, nos hacen preguntarnos, lo que muchas personas se preguntaron, y posiblemente se siguen preguntando, y nos interpelan a los que nos llamamos creyentes, si Dios existe, ¿cómo permite que suceda estas cosas?.


Ante este interrogante, debo de decir, que Dios no permite esas cosas. Porque si el Dios en el que creemos, quiere eso para nosotros, lógicamente es un Dios malo, enfermo, cruel en el que desde luego no debemos de creer.


El problema no está en Dios, sino en el Dios, que nosotros nos imaginamos. Un Dios con un poder inmenso. Y, posiblemente el poder de Dios no es, como nosotros nos imaginamos. Nunca debemos de olvidar, que Dios no está a nuestro alcance, y que por lo tanto, no podemos saber como es. Dios nos transciende a todo.


El Dios que nosotros conocemos, el Dios de nuestra religión, no es más que el Dios de Jesucristo. Y al Dios de Jesucristo, solamente lo podemos conocer a través del estilo de vida de Jesús. Viviendo, como Jesús, podremos encontrar a un Dios que es amor y compresión del ser humano. Este es el verdadero poder de nuestro Dios, el amor que nace entre los seres humanos.


Por lo tanto, lo único que nosotros podemos conocer es que el mundo, nuestro planeta y la naturaleza son como son y es como es; y que pasan las cosas que pasan. Y lo cierto es, que no sabemos, si existe algún responsable de lo que ocurre. Lo que podemos decir, es que el mundo es como es, y nada más.

Muchos seguirán creyendo, que Dios es el culpable de todo y no los culpo de nada. Primero porque cada uno es libre de creer y comprender la vida a su manera y en segundo lugar porque posiblemente el a conocido el Dios que muchas veces nosotros los cristianos hemos transmitido. Por eso, yo sólo puedo remitirme a comprender el mensaje de Jesús, lo que nos toca a nosotros es procurar remediar o aliviar el sufrimiento humano lo más rápido y mejor posible. De esta manera Dios se hace presente en este mundo.

26 DE JULIO DÍA DE LOS ABUELOS

Coincidiendo con la festividad de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen, abuelos de Jesús. Mensajeros de la Paz organiza desde hace años " EL DIA DE LOS ABUELOS”.

No quisieras Yo, dejar de pasar este día, sin dedicarle  a esas personas que sin quererlo reconocer, han actuado de segundos padres.


Y más en estos tiempos, que por circunstancias económicas y sociales, la pareja conyugal tiene que trabajar ambos. Teniendo los abuelos que cuidar de los nietos, cambiando pañales, dando biberones, llevándolos a la guardería, después al colegio y sufriendo con sus nietos también los suspensos del bachiller y de la universidad. Y posiblemente, la reprimenda que nuestra madre, nos propinó un día, por nuestras travesuras.

Abuelos, almohada de consejos de grandes y pequeños. Sabiduría de la universidad de la vida. Experiencia de la historia y de las relaciones personales. Apóstoles de sus tiempos, testigos de Cristo ante sus hijos y nietos.


Aprovechemos esta fuente de vida que son nuestros abuelos, haciendo con ellos, lo que ellos hicieron con nosotros. Cuidemos de nuestros abuelos, de los dependientes en sus necesidades, de los que la vida les permite todavía defenderse, con nuestra compañía.

Abuelos, marco fundamental de referencia de la familia, como centro de amor y seguridad.


Mis oraciones de hoy serán para Uds. En gratitud por todo.


FELICIADES TAMBIEN A TODOS LOS JOAQUÍN Y ANA

sábado, 20 de julio de 2013

EVANGELIO DOMINGO 21 DE JULIO DE 2013. 16ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.

Evangelio según San Lucas 10, 38-42

Entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que paró y dijo: " Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano”. Pero el Señor le contestó: " Marta, Marta: andas inquieta y nerviosa con tantas cosas: sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán”.

COMENTARIO.-

Desde ciertas corrientes teológicas este texto ha servido y sigue sirviendo para desarrollar  y explicar dos formas de la vida religiosa: la vida activa (Marta) y la vida contemplativa (María). La primera propia de los religiosos y religiosas que trabajan apostólicamente; la segunda es la desarrollada en los conventos de clausura, donde se dedican a la oración y la contemplación.

Pero a nada más que, profundicemos un poco en el tema, comprenderemos que dichas explicaciones no tienen ni pie, ni cabeza; ni mucho menos entrar en la controversia como se ha entrado muchas veces de que si al vida activa es más real que la vida contemplativa, o la inversa. En primer lugar porque todo lo anterior no tiene desde mi punto de vista ningún fundamento en este pasaje evangélico; por el simple hecho de que, Jesús cuando vive esta situación  lo que menos está pensando es en eso.

Lo que el evangelio de este domingo nos relata tiene otro sentido muy distinto al que hemos visto anteriormente. Situémonos un poco. Este acontecimiento sucede en casa de Lázaro, en el camino de Jesús a Jerusalén. Marta y María son las hermanas de Lázaro.

Lo primero que debemos tener en cuenta en este pasaje evangélico, es que los protagonistas de la acción son las dos mujeres Marta Y María. Algo verdaderamente insólito, pues la mujer en tiempos de Jesús no tenía status de igualdad con respecto al hombre. Es decir, la mujer estaba siempre al servicio del hombre. Y eso, es lo que hace Marta, actuar como le habían enseñado, a ser mujer; por eso ella se multiplicaba para dar abasto con el servicio.

María por el contrario, rompe con todos los esquemas de lo que tiene que hacer la mujer y comprende que escuchar al Maestro, también es un gran servicio al Él y a Ella principalmente. Ya que escuchando a Jesús, María podrá seguirlo.
Aunque seguir a Jesús nos llevará a tener que romper a veces las normas y las tradiciones establecidas, como hizo María que se sentó a los pies de Jesús para escucharlo.

Nosotros hoy, posiblemente nos encontramos, en un ritmo de vida tan agitado y tan rápido y lleno de preocupaciones que nos tiene tan absorbido, que nos olvidamos de lo fundamental como Marta, escuchar de la Palabra de Dios, que es lo que hace María. El evangelista, pone aquí también a las dos mujeres, para recordarnos que la Palabra de Dios es para todos y es de todos.

Nuestro cristianismo, está convertido en normas, obligaciones religiosas y tradiciones, que posiblemente nos impidan crear un espacio y tiempo para la escucha de la Palabra de Dios. A lo mejor, como María debemos de romper esas normas, obligaciones religiosas y tradiciones para crear ese encuentro de la Palabra de Dios.

LA PALABRA DE DIOS ESTÁ HECHA PARA CAMINAR CON NOSOTROS TODOS JUNTOS EN COMUNIDAD DÍA A DÍA.

DIFUNDID EL EVANGELIO, COMO LA AUTENTICA PALABRA DE DIOS. PÁSALO.

sábado, 13 de julio de 2013

EVANGELIO DOMINGO 14 DE JULIO 2013. 15ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.

Evangelio según San Lucas 10, 25-37

En aquel tiempo se presentó un letrado y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: - «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?»
Él le dijo: - « ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?»
Él contestó: - «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo.»
Él le dijo: - «Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida. »
Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús: - «¿Y quién es mi prójimo?»
Jesús dijo: - «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino, y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente sacó dos denarios, y, dándoselos al posadero, le dijo: "Cuida de él y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta." ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?»
Él contestó: - «El que practicó la misericordia con él.»
Díjole Jesús: - «Anda, haz tú lo mismo. »

COMENTARIO.-

A nada más que reflexionemos un poco sobre esta parábola podemos comprobar que es un claro llamamiento de Jesús a los hombres encargados de la dirección de la religión. Porque viene a decir que los “profesionales” de la religión en este caso el sacerdote y el levita, cuando se encuentran ante el sufrimiento humano, dan un rodeo; sin comunicarnos nada el evangelista de que sintió el sacerdote ante el acontecimiento que se le planteo. El contraste está representado por el samaritano, el hereje, el indeseable. Resultando que el hombre sin creencias, ése precisamente es el que no duda un momento y hace lo que había que hacer con el ser humano maltratado.

Así también nos lo ha recordado el Papa Francisco este lunes con su vista a la pequeña isla de Lampedusa (Italia), frente a las costas de Túnez y Libia, para reunirse con «los últimos», los inmigrantes africanos que llegaron en barcos miserables abarrotados de gente exhausta. El Papa reveló que las noticias sobre los naufragios de pateras y la continua acumulación de miles de víctimas le «dolían continuamente como una espina en el corazón. Por eso sentí que tenía que venir hoy aquí a rezar».

El Papa Francisco planteó una pregunta directa: « ¿Quién de nosotros ha llorado por la muerte de estos hermanos y hermanas? ¿Por las jóvenes madres que llevaban a sus hijos?». En efecto, «somos una sociedad que ha olvidado la experiencia de llorar», que se vuelve indiferente ante la muerte.

También esta crisis económica que estamos padeciendo, está dejando a muchas personas apaleadas en las cunetas de esta vida, esperando quizás la voz que clame la justicia social, por parte de los que representan en la tierra ser los sucesores de los apóstoles.

Jesús nos quiere decir este domingo que, cuando nuestra religión, no está centrada en un Dios de Amor, un Dios de Vida, un Dios de Felicidad; si no nada más que en un Dios de culto, un Dios de precepto, un Dios de ley y ordenamientos, eso no lleva al encuentro del ser humano. Jesús lo que intenta decirnos es que el hombre, el ser humano sea creyente o no de nuestra ideas religiosas, está por encima de toda creencia religiosa. Y eso nos lo enseña con la figura del samaritano.

Después de 2000 años, existen personas apaleadas en las cunetas de la vida, por eso Jesús nos dice hoy a nosotros: " ANDA, HAZ TÚ LO MISMO ".

DIFUNDID EL EVANGELIO. PÁSALO.


martes, 9 de julio de 2013

EL CAMINO EMPRENDIDO POR EL PAPA FRANCISCO EN LA IGLESIA YA NO TIENE CAMINO ATRÁS.

La primera visita del Papa Francisco a Italia ha sido, inesperadamente, a su punto más meridional, la pequeña isla de Lampedusa, frente a las costas de Túnez y Libia, para reunirse con «los últimos», los inmigrantes africanos que llegaron en barcos miserables abarrotados de gente exhausta. Esa misma mañana, pocas horas antes, habían desembarcado 166. Al reunirse con el primer grupo que le esperaba en el muelle, el Papa tuvo un recuerdo para «los que no están», decenas de millares de personas, en su mayoría jóvenes, que murieron en el intento de llegar a Europa. Eran africanos y refugiados de Oriente Medio que huían de la guerra, los abusos o la miseria. Muchos de ellos, explotados por los traficantes de seres humanos.

Poco después, en la misa celebrada en el campo de futbol, el Papa reveló que las noticias sobre los naufragios de pateras y la continua acumulación de miles de víctimas le «dolían continuamente como una espina en el corazón. Por eso sentí que tenía que venir hoy aquí a rezar».

Pero no basta con rezar y quedarse quieto. Su intención, dijo, es «despertar nuestras conciencias para que lo sucedido no se repita». Y lo hizo saludando en primer lugar a los inmigrantes musulmanes, que empiezan el ayuno del Ramadán, y dando las gracias «a los voluntarios y las fuerzas de seguridad, que habéis demostrado tanta atención a estas personas que viajan hacia un destino mejor».

El Santo Padre dirigió a los presentes y a toda Europa la pregunta de Dios en el Génesis: «Caín, ¿Dónde está tu hermano?», pues se ha llegado a «toda una cadena de errores que es una cadena de muerte que derrama la sangre del hermano». El Papa insistió en que «no es una pregunta dirigida a otros, sino a mí, a ti, a cada uno de nosotros. Estos hermanos nuestros que intentaban escapar de situaciones difíciles han encontrado la muerte».

Para colmo, nadie se hace responsable. El Santo Padre citó «Fuente Ovejuna» de Lope de Vega para plantear «¿Quién mato al Gobernador?, Fuente Ovejuna, señor». Se hacen responsables todos y, por lo tanto, ninguno.

Del mismo modo, «nadie se siente responsable» de la tragedia de las pateras pues, según el Papa, «la cultura del bienestar nos hace insensibles, nos hace vivir en pompas de jabón, que lleva a la indiferencia respecto a los demás. Que lleva a la globalización de la indiferencia. ¡Hemos caído en la globalización de la indiferencia!».

Francisco planteó una pregunta directa: «¿Quién de nosotros ha llorado por la muerte de estos hermanos y hermanas? ¿Por las jóvenes madres que llevaban a sus hijos?». En efecto, «somos una sociedad que ha olvidado la experiencia de llorar», que se vuelve indiferente ante la muerte. Por eso invitó a rezar «para que el Señor limpie los restos de Herodes que hay en nuestro corazón». Y a pedir perdón por «quienes se encierran en su propio bienestar, que lleva a la anestesia del corazón. Y por quienes, con sus decisiones a nivel mundial han creado las situaciones que llevan a estos dramas».

El Papa se había emocionado ya durante su breve recorrido por mar –desde el aeropuerto hasta el muelle- en la patrullera italiana CP282, que ha rescatado del mar a más de 30.000 personas en ocho años de servicio. Varias zonas del puerto, convertidas en cementerio de barcos miserables, recordaban el inmenso cementerio marino, entre Lampedusa y las playas de Libia, donde reposan decenas de miles de personas que nunca completaron la travesía.

Uno de los inmigrantes africanos –al Papa no le gusta la expresión «clandestinos»- le entregó una carta en nombre de los demás refugiados y detenidos. El Santo Padre le pidió que la leyera, mientras otro inmigrante iba traduciendo cada párrafo. Al final, una petición: «Italia tiene ya muchos refugiados. Pedimos a otros países europeos que nos acojan».

El recorrido desde el muelle hasta el campo de futbol en un viejo todo terreno descubierto – los vecinos de Lampedusa están orgullosos de una «visita sin costes»-fue otro momento de emoción. Había mucha gente en el camino y muchas pancartas en las casas, igual que en los barcos que le habían acompañado y hasta en los depósitos de combustible.

El Papa celebró misa en un altar instalado sobre un bote de remos, el «Junior», que recuerda a la vez a los pescadores y los inmigrantes. Llegó a la plataforma con una cruz procesional de madera hecha con restos de barcos de inmigrantes, y utilizó un cáliz del mismo material, con revestimiento de plata por dentro, hecho por un artesano de Lampedusa.

El atril estaba construido por dos palas de timón verticales y una rueda de timón. Los toldos para protegerse del sol eran restos de velas. Todo recordaba el trabajo modesto de los vecinos y la tragedia de los africanos, que el Papa trajo a primer plano con una fuerza extraordinaria. Al final, en una plegaria ante la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, pidió que «no haya más esclavitud», y la conversión «de quienes generan guerras» y «quienes trafican con el sufrimiento». La visita fue intensa y breve. Poco antes de la una, el Papa emprendía el vuelo de regreso a Roma.


El Papa Francisco ha puesto hoy voz a los que no tienen voz, ha hecho visibles a los que no son visibles. EN DEFINITIVA, EL PAPA FRANCISCO HA EMPRENDIDO UN CAMINO QUE YA NO TIENE MARCHA ATRÁS EN LA VIDA DE LA IGLESIA. EL PAPA FRANCISCO NOS ENSEÑA QUE OTRA IGLESIA SI ES POSIBLE.

lunes, 8 de julio de 2013

EL PAPA HA DEFENDIDO LA NECESIDAD DE RENOVAR LAS ESTRUCTURAS DE LA IGLESIA.

Como el herrero que calienta al rojo el hierro antes de empezar a darle forma, el Papa Francisco ha dedicado cuatro meses a preparar el cambio en el Vaticano, empezando por un cambio de actitud, para pasar después a un cambio de personas y, en una tercera fase, a un cambio de estructuras.

Una y otra vez da señales de libertad: al escoger su residencia, al simplificar las ceremonias, al dar su «luz verde» a la canonización de Juan XXIII dispensando del requisito de un segundo milagro, al organizar un viaje relámpago a la isla de Lampedusa para rezar por los inmigrantes que mueren en el intento de cruzar el Mediterráneo y visitar a los internados en centros de acogida, etc.

El sábado, en su última misa de las siete de la mañana en la Casa Santa Marta –antes de suspender esos encuentros por dos meses-, el Santo Padre fue rotundo: «En la vida de la Iglesia hay estructuras antiguas, caducas. ¡Es necesario renovarlas!».

La renovación forma parte de la esencia de la iglesia, comenzando con la de cada persona al recibir el bautismo: «Es una primera renovación de las estructuras. La Iglesia siempre ha ido adelante así, dejando que el Espíritu Santo renueve las estructuras de la Iglesia. ¡No hay que tener miedo a eso!».

Entre los fieles se contaba un buen grupo de reclutas de la Guardia Suiza, en general poco dados a la innovación y la espontaneidad, que le miraban asombrados.

El Papa subrayó que la Iglesia ha estado renovándose «desde el primer debate teológico sobre si para ser cristiano había que adoptar todas las costumbres judías o no. ¡Y dijeron que no! Los gentiles pueden entrar como lo que son, gentiles».

El peso de la rutina, el formalismo y la burocracia se notan demasiado en el Vaticano. Por eso el Papa invito a pedir a la Virgen «la gracia de no tener miedo a la renovación que realiza el Espíritu Santo, de no tener miedo a dejar caer las estructuras caducas, que nos aprisionan».

Como siempre, el Santo Padre ponía en primer lugar la renovación de las personas, insistiendo en que nadie puede decir «yo soy un buen cristiano. Todos los domingos voy a misa desde las 11 al mediodía. Y hago esto y lo otro…como si fuese una colección. La vida cristiana no es un collage, es una totalidad armoniosa y la crea el Espíritu Santo».

Con mucha frecuencia Francisco habla de coherencia, de unidad de vida entre la fe cristiana que se profesa y el modo en que se actúa en el trabajo, la familia y la sociedad. El sábado insistió en que la fe, el encuentro con Jesús, «renueva nuestro corazón y nos lleva a un estilo de vida diferente, que domina la totalidad de nuestra vida. No se puede ser cristiano a trozos, cristiano part-time. ¡El cristiano part-time no sirve! Hay que serlo a tiempo pleno».

Sus palabras ponían el colofón a tres meses de homilías tempraneras y breves en las que ha hablado a más de un millar de empleados del Vaticano, y saludado a cada uno de ellos al terminar la misa.

El Papa ha dicho que «hay tres tipos de cristianos: los pecadores, los corruptos y los santos. Los pecadores somos todos, los corruptos son los que no reconocen su pecado y no quieren cambiar». Ha denunciado con vigor el «carrerismo» de los eclesiásticos y la hipocresía, advirtiendo que «hacen mucho daño a la Iglesia». Es mejor que se vayan. El cambio de actitud está servido.

Celebramos este año el cincuentenario del Concilio Vaticano II, son estos gestos de su verdadera implantación. Desde luego es verdad, que el Espíritu actúa en su momento, de aquí que nunca es tarde si la dicha es buena.

Nos vienen tiempos grandes en la Iglesia, tengamos nuestro corazón y nuestra mente abiertos a esos cambios.

sábado, 6 de julio de 2013

EVANGELIO DOMINGO 7 DE JULIO 2013. 14ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.

Evangelio según San Lucas 10, 1-12, 17-20.

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: " La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡ Poneos en camino!. Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: " Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que hay, y decid: " está cerca de vosotros el Reino de Dios”.

COMENTARIO.-

Este texto evangélico, ha sido presentado muchas veces, como el fomento de la vocación presbiteral exclusivamente,” La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies”. Y, no como la vocación universal de los seguidores de Jesucristo.

Hace dos domingos el evangelio nos recordó como Jesús era consciente, de que el sólo no podría construir el Reino de Dios, de que el Reino se debe de construir moviendo pequeñas comunidades y no grandes masas. Pero, Jesús como buen amigo, les advierte, que la construcción del Reino, les llevará enfrentamientos y padecimientos con ciertos sectores de la sociedad. En el evangelio de la semana pasada, Jesús nos daba las claves para su seguimiento. Pues bien, una vez consciente de la misión por nuestra parte, Jesús nos envía hoy a predicar el evangelio.

El evangelio comienza diciendo que " Jesús designó a otros setenta y dos, y los mandó de dos en dos a todos los pueblo y lugares adonde pensaba ir él”.

El número setenta y dos, quiere decir, que ya no son sólo los apóstoles los encargados de continuar la misión, sino que ya existen más comprometidos con Jesús y con el Reino. Es decir, la misión y el encargo de construir el Reino de Dios, es lo que recibe todos los discípulos de Jesús. Hay quienes piensan que la misión de enseñar el Evangelio es sólo responsabilidad de los sacerdotes y clérigos; al igual que muchos sacerdotes y clérigos se creen que solamente ellos son los que pueden hacer una interpretación correcta de los Evangelios. No. Cada uno desde su trabajo, su casa, su barrio, su parroquia y sobre todo su forma de vivir, está obligado a enseñar el Evangelio.

“No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias ". Cuidado, con acomodarnos, tenemos que ponernos en camino diariamente, sin replegarnos en nuestros intereses, nuestro pasado, nuestras prácticas doctrinales y tradiciones, que nos pueden dejar sin llegar a la próxima casa para decir: " Paz a esta casa”.

“Paz a esta casa ". El mensaje de Jesús, no se debe realizar desde la imposición y la obligación, sino desde la comprensión y la fraternidad. El mensaje de Jesús brota cuando contagiamos paz y humanidad, " curad a los enfermos que haya, y decid: " está cerca de vosotros el Reino de Dios”.

Si todas las semanas, termino diciendo: DIFUNDID EL EVANGELIO ", hoy con más razón que nunca. Por eso, contribuye tú a ello y envía hoy el Evangelio a todos tus contactos.


ENSEÑEMOS EL EVANGELIO CON NUESTRAS PALABRAS, PERO ESPECIALMENTE CON NUESTRA FORMA DE VIVIR.

viernes, 5 de julio de 2013

LUMEN FIDEI "LA LUZ DE LA FE". PRIMERA ENCÍCLICA DEL PAPA FRANCISCO.

Recién pasado el ecuador de este año que dedicado a la fe, conmemorativo de los 50 años del Concilio Vaticano II y a sus cuatro meses de su nombramiento, el Papa Francisco nos presenta su primera encíclica.

LUMEN FIDEI. «La Luz de la Fe» completa el cuadro de las virtudes teologales que Benedicto XVI había iniciado con sus encíclicas sobre la esperanza, la caridad y ahora la fe. El texto  estaba «prácticamente completado» por Benedicto XVI, cuya solidez teológica se nota en cada página de un documento enriquecido con el afecto y el calor vital de su sucesor.

El primer capítulo presenta la fe de Jesucristo, el verdadero «testigo fiable» que revela cómo es Dios y que nos ayuda a verlo del modo en que él mismo lo veía, como Padre. Pero la fe no es sólo conocimiento, «es un don gratuito de Dios que exige la humildad y el valor de fiarse y confiarse, para poder ver el camino luminoso del encuentro entre Dios y los hombres, la historia de la salvación».

El segundo capítulo, más práctico, aborda la relación entre «fe y verdad», y también entre «fe y amor». El Papa Francisco advierte que «la fe, sin verdad, no salva. Se queda en una bella fábula, la proyección de nuestros deseos de felicidad». Al mismo tiempo, se traduce en amor a Dios y a los demás. Por eso, la fe no es intransigente, y el creyente no es arrogante, sino que practica de modo natural el diálogo.

El capítulo tercero se centra en la evangelización, pues la fe es para difundirla, y en el modo en que todo se refuerza gracias a los sacramentos del bautismo y la eucaristía.

Por último, el capítulo cuarto se refiere al bien común, es decir, al modo de organizar la sociedad según los criterios de la fe, con detalles sobre el modo de vivirla en la familia fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer, en las relaciones sociales, en el respeto a la naturaleza que es manifestación de Dios– y en los momentos difíciles del sufrimiento y de la muerte.


El Papa Francisco concluye con una hermosa oración poética en la que pide a la Virgen: «Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado. Ensénanos a mirar con los ojos de Jesús para que él sea luz en nuestro camino».