viernes, 1 de agosto de 2014

LA FRATERNIDAD ES EL CAMINO PARA BIEN COMÚN

Si ayer dedique mi reflexión al terrible drama de Gaza, como verdadero ejemplo de falta de fraternidad entre los seres humanos, hoy quiero también reflexionar sobre la corrupción en nuestro país como verdadero ejemplo también de fraternidad de un pueblo.

Haciendo algo de memoria, recuerdo las movilizaciones por la democracia en la España postfranquista, "Llibertat, amnistia i estatut d'autonomia", aquella lucha de los catalanes por la democracia era conducida por la izquierda antifranquista, que era el PSUC. Tras el regreso del presidente de la Generalitat en el exilio, Tarradellas, vinieron unas cortes constituyentes y la redacción de una constitución, bajo la tutela del Ejército, en la que participaron decisivamente los catalanes, tanto Roca por la derecha como Solé Turá por la izquierda. Tarradellas era demasiado mayor para tener un papel histórico en la recuperación del autogobierno catalán y fue Pujol quien lo fundó y modeló, actuó hasta hace cuatro días como el "padre de la patria". La pregunta es, ¿luchaban verdaderamente por un pueblo independiente o por un pueblo dependiente de la corona de Pujol?

Pujol es el claro ejemplo de la absurda ambición humana, no se conformó con robar, engañar a su pueblo, sino que además lo quiere llevar aún independentismo que le permita a él ser proclamado rey. Pujol ha reinado en Cataluña, pero a reinado a espalda de su pueblo que hoy debería de pensar tranquilamente y serenamente hacia donde van verdaderamente. Hacía donde ellos quieren o hacia donde unos corruptos querían.

Recuerdo aquí las palabras del Papa Francisco en las 47 jornadas mundiales de la paz  "La corrupción y el crimen organizado se oponen a la fraternidad". Finalmente, recuerda que "la fraternidad toca todos los aspectos de la vida, incluida la economía, las finanzas, la sociedad civil, la política, la investigación, el desarrollo, las instituciones públicas y culturales.


Sirvan estas líneas como prologo para el comentario del evangelio del próximo domingo.

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