Terminado el periodo estival
de los meses de Julio y Agosto. Comenzamos con Septiembre, un nuevo curso
pastoral.
Curso Pastoral que en muchas
Parroquias y Arciprestazgos, empezaran a planificarse en estas primeras semanas
de Septiembre. Quisiera, decir una cosa a todos los responsables de pastoral.
Debemos de planificar la formación de los seglares, también de acuerdo con los
futuros avances que la Iglesia tiene que ir afrontando. Es decir, una formación
a la luz de los signos de los tiempos, una formación a la luz de la alegría del
Evangelio que nos permita ser verdaderos
testigos de Jesucristo. Porque eso sí, se nos vaya a ir todo en formación y se
nos olvide lo más importante la HUMANIZACION.
Si no afrontamos esto con la
realidad que se debe afrontar, seguiremos perdiendo el tiempo, como lo hemos
perdido durante 45 años, por no haber llevado a buen puerto el Concilio
Vaticano II.
Engañados y convencidos,
hemos dejado que doctrinas y preceptos de hombres ocupasen en nuestra formación
el lugar del Evangelio de Jesús: la controversia desplazó del corazón a la
piedad; la preocupación por la ortodoxia suplantó la lucha por la justicia; las
ideologías ocuparon en nuestras preferencias el lugar de los necesitados.
Si no tengo un evangelio que
llevar al hombre, entonces, creyente o no creyente, me muevo distraído y ciego
hacia un destino de soledad entre los malditos". (Santiago Agrelo.
Arzobispo de Tánger).
Como ya he dejado muchas
veces de manifiesto en mi blog. La Iglesia ha abusado mucho, sigue abusando
mucho y últimamente más con cierta tendencia a imponer preceptos y doctrinas en
vez de poner énfasis en el EVANGELIO.
Que está última reflexión
del verano, nos abra la puerta al nuevo curso que comenzamos, con la intención
de hacer nuestro el objetivo de poner énfasis en el EVANGELIO, en lugar de
tanto preceptos, mandatos, órdenes y castigos.
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