Evangelio según San Marco
1,1-8
Comienzo de la buena noticia
de Jesús, el Mesías, Hijo de Dios.
Según está escrito en el
profeta Isaías:
Mira, envió mi mensajero
delante de ti,
el que ha de preparar tu
camino.
Voz del que grita en el
desierto:
¡Preparar el camino al
Señor; allanad sus senderos!.
Apareció Juan el Bautista en
el desierto, predicando un bautismo de conversión para el perdón de los
pecados. Toda la región de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a
él y, después de reconocer sus pecados, Juan los bautizaba en el río Jordán.
Iba Juan vestido con pelo de
camello, llevaba una correa de cuero a su cintura, y se alimentaba de
saltamontes y de miel silvestre. Esto era lo que proclamaba: - Detrás de mí
viene el que es más fuerte que yo. Yo no soy digno ni de postrarme ante él para
desatar la correa de sus sandalias. Yo os bautizo con agua, pero él os
bautizará con Espíritu Santo.
COMENTARIO.-
A los treinta años de la
muerte de Jesús, Marcos escribe este evangelio. No debemos de olvidar que los
primeros seguidores de Jesús, esperaban su venida inminentemente. De no ser
así, y para que las primeras y futuras comunidades cristianas tengamos claro el
NUEVO PROYECTO QUE NACE DE JESÚS, Marcos escribe su Evangelio.
Marcos, va a dejar muy claro
desde el principio de su evangelio, que el movimiento emprendido por Jesús, es
muy distinto al comenzado por Juan el Bautista.
Este evangelio empieza:
"Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios". Es decir, el
comienzo, el punto de partida, para conocer a Jesús es el EVANGELIO, que
significa BUENA NOTICIA.
No debemos de olvidar, que
una buena noticia, lo que nos trae es felicidad y alegría. Por tanto, donde no
se transmite felicidad y alegría no está el Evangelio. El Papa Francisco nos
recuerda en su Exhortación Apostólica EVANGELII GAUDIUM – La Alegría del
Evangelio-. “Que la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de
los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados
del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo
siempre nace y renace la alegría”.
Que quiero decir con todo
esto, que los caminos del Señor no se preparan desde el Templo y las ceremonias
del Templo, sino desde la vida profética de un hombre que nace de la alegría
del mensaje evangélico.
Esta debe de ser nuestra
misión en este adviento, " Prepararnos, para poder preparar el camino al
Señor ", pero no desde los Templos y desde las celebraciones religiosas;
sino desde las plazas, las calles, nuestros lugares de trabajo, nuestros sitios
de ocio.
¿ES POSIBLE PREPARAR EL
CAMINO AL SEÑOR DESDE NUESTRA FAMILIA, NUESTRO GRUPO DE AMIGO, DESDE NUESTRO
LUGAR DE TRABAJO, DESDE NUESTROS SITIOS DE OCIO?
PREPAREMOS Y CONTINUEMOS EL
CAMINO EMPRENDIDO POR JESÚS. EL CAMINO DEL EVANGELIO. JESÚS FUE LA FELICIDAD Y
LA ALEGRÍA DE LA GENTE. JESÚS FUE VIDA.
Mañana pondremos el Evangelio de la Fiesta de la Inmaculada Concepción.
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