miércoles, 31 de diciembre de 2014

“NUNCA MÁS ESCLAVOS, SINO HERMANOS” 48 JORNADAS MUNDIAL POR LA PAZ.

La verdad que, nos encontramos como todos los finales de años, ante un fin de AÑO lleno de celebraciones que no nos da tiempo a pensar en todo.

Comenzamos el pasado domingo con la fiesta de la familia, para continuar mañana con el primer día del año 2015. Primer día del año civil, « ¡Año Nuevo!», y la Jornada Mundial por la Paz, fiesta, ésta última, que aunque originalmente es una iniciativa eclesiástica católica, ha alcanzado una notable aceptación en la sociedad, gozando ya de un cierto estatuto civil. Litúrgicamente, también mañana es la fiesta de «Santa María Madre de Dios»; también la «octava [los ocho días] de Navidad» y por tanto el recuerdo de «la circuncisión de Jesús», celebración judía que se celebraba al octavo día del nacimiento del niño, y en la que se le imponía el nombre. Pero bueno, vamos con tranquilidad haciendo una pequeña reflexión de todo ello durante estos días.

Dediquemos hoy nuestra reflexión a las 48 Jornadas Mundial de la PAZ, bajo el lema: “NUNCA MÁS ESCLAVOS, SINO HERMANOS”, celebraremos mañana. El tema quiere dar continuidad al mensaje del 2014 dedicado a la fraternidad: "La Fraternidad, fundamento y camino para la paz".

El Papa Bergoglio comienza recordando que al comienzo de un nuevo año, que recibimos como una gracia y un don de Dios a la humanidad, desea dirigir a cada hombre y mujer, así como a los pueblos y naciones del mundo, a los jefes de Estado y de Gobierno, y a los líderes de las diferentes religiones, sus mejores deseos de paz, que acompaña con sus oraciones por el fin de las guerras, los conflictos y los muchos sufrimientos causados por el hombre o por antiguas y nuevas epidemias, así como por los devastadores efectos de los desastres naturales.

“Rezo de modo especial – escribe el Santo Padre –para que, respondiendo a nuestra común vocación de colaborar con Dios y con todos los hombres de buena voluntad en la promoción de la concordia y la paz en el mundo, resistamos a la tentación de comportarnos de un modo indigno de nuestra humanidad. (María Fernanda Bernasconi - RV).

En su mensaje el Papa denuncia que aún hoy “hay millones de personas -niños, hombres y mujeres de todas las edades- privados de su libertad y obligados a vivir en condiciones similares a la esclavitud”. Todo ello a pesar de que la esclavitud, considerada “crimen de lesa humanidad”, está oficialmente abolida en todo el mundo. El Pontífice pide un “compromiso común” para solucionar el problema, ante el que a veces “tenemos la impresión de que todo esto tiene lugar bajo la indiferencia general”.

En el mundo contemporáneo, son múltiples los abominables rostros de la esclavitud: el tráfico de seres humanos, la trata de los migrantes y de la prostitución, el trabajo esclavo, la explotación del hombre por el hombre, así como la mentalidad esclavista respecto de las mujeres y los niños. Como forma para combatir esta plaga social el Santo Padre propone reconocer la inviolable dignidad de toda persona humana.


FELIZ AÑO 2015.


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