viernes, 28 de febrero de 2014

DE UNA ECONOMÍA GLOBALIZADA HACIA UNA CODICIA HUMANA GLOBALIZADA.

"Cuando una familia no tiene ni para comer porque tiene que pagar el préstamo a los usureros, eso no es cristiano, es inhumano". Así de contundente se mostró el Papa Francisco hace un mes aproximadamente durante la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro en Roma. El Papa criticó a quienes se aprovechan de los más débiles y arremetió contra la «dramática plaga social» de la usura, que amenaza en la actualidad a tantas familias.

Sirvan estas palabras del Papa como inicio a la reflexión de este post que abre las puertas al comentario del Evangelio del próximo domingo que pondré mañana en este blog.

A nada más que, realicemos un breve estudio de la economía a lo largo de la historia, podremos observar que estás han sido muy distintas. Sin embargo, en todas esas épocas económicas, la relación del hombre con los bienes materiales, ha sido siempre igual, la de atesora más y más. A esto se le ha denominado codicia
.
Ahora bien, la codicia a la que el ser humano está llegando en esta sociedad de la globalización, es la causa fundamental de la enorme crisis económica que se está padeciendo y que tanto sufrimiento está produciendo, sobre los más pobres. Pues estamos viendo que, en una economía global, los destrozos de la codicia también son globales.

Por eso, en los evangelios podemos aprender que el que tiene centrada su vida en el propio dinero y en el propio capital pervierte su visión de la vida, del mundo y de todo, hasta el extremo de llegar a cegarse sólo en el atesorar y atesorar más. De forma que, una persona así, vive en la plena oscuridad de la vida. No ve, la injusticia en que vivimos y el destrozo humano cargado de dolor y desesperanza que todo ese poder económico de más y más trae consigo.

De ahí la fuerza de la frase de Jesús: “No podéis servir a dos Señores a Dios y al dinero”. La fuerza de esta sentencia evangélica está en que quién centra su vida en el dinero, lo que hace es construir al dinero en amo, al tiempo que él mismo se vende como esclavo a semejante dueño. Así, el codicioso, creyendo que es libre, en realidad es un hombre que perdido su libertad. Y vive a merced de lo que le manden los mercados económicos.

De aquí que desde este punto de vista cristiano urge levantar la voz para proclamar la más amplia de la justicia social, de manera que nos llegue a humanizarnos plenamente, porque en la medida que nos humanicemos estamos en el camino de la construcción del Reino de Dios en la tierra


sábado, 22 de febrero de 2014

EVANGELIO DOMINGO 23 DE FEBRERO 2014. SEPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. Mt 5, 38-48

Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado. Ustedes han oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

COMENTARIO.-

El evangelio de este domingo continúa en el contexto de los anteriores domingos, del sermón de la montaña. Continuamos con las expresiones: “Sabéis que está mandado, pues yo os digo”; “Habéis oído que se dijo, Yo en cambio, os digo”.

En la tradición católica”, el “habéis oído” ha sido en nosotros un argumento de veracidad. Pero también un freno para caminar. Jesús conocía el pasado religioso de su pueblo y lo asumió. Pero no aceptó que el pasado y la tradición lo frenara: “Está mandado, pero yo os digo”. Este proceder de Jesús, no lo hemos imitado, porque a veces seguimos tradiciones, que están mandadas, pero que sabemos muy bien que no es lo que tenemos que hacer, pero no somos capaces de romper, como Jesús.

El texto evangélico de este domingo, es la pieza clave del mensaje cristiano. El Amor.

La tradición de Mateo, recoge muy claramente la experiencia vivida con Jesús. En este texto, se recoge claramente no sólo la ruptura de Jesús con su religión, y con el Dios de la ley, sino algo más maravilloso, el encuentro de Dios con la humanidad.

Dios habla a todos los hombres," Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos "; somos nosotros los hombres, los que a través de la libertad que Dios nos da, los que aceptamos su mensaje.

Dios nos habla en nuestra conciencia. Y nuestra conciencia, nos dice siempre si hacemos el bien o mal. Este Dios que no excluye a nadie de su amor nos ha de atraer a vivir como él. Esta es la llamada de Jesús. “Pareceos a Dios. Amar a todos. De esta manera seremos dignos de nuestro Padre del cielo”.

La comunidad de Mateo, recoge en este evangelio muy claramente, de que Jesús no les dice esto desde un sentimiento, sino desde su experiencia de Dios Padre. Desde la experiencia del amor de Dios. Y por lo tanto un Dios que es amor, no es violento sino compasivo. No busca la venganza ni conoce el odio. No discrimina a nadie. No ama sólo a quienes le son fieles. Su amor está abierto a todos.

Jesús nos exige hoy a nosotros los cristianos la puesta en práctica de la igualdad total. De la misma manera que el Padre del cielo trata siempre igual a todos, lo mismo a buenos que a malos, lo mismo a justos que a pecadores, lo mismo a cristianos que a paganos y así sucesivamente. Jesús no quiere nuestras intolerancias, nuestros fanatismos, nuestra inagotable capacidad de despreciar, juzgar, rechazar, condenar. Lo más importante y lo más necesario es la bondad que supera todas las diferencias y vence todos los resentimientos.


El evangelio de este domingo, nos invita a los seguidores de Jesús, a identificarnos verdaderamente con él. Porque, sólo quien vive tratando de identificarse con Jesús llega a amar a quienes le quieren mal. Y solamente a través de la experiencia de Jesús, encontramos la experiencia del Dios del Amor.

HOY LA IGLESIA CELEBRA LA FESTIVIDAD DE LA CÁTEDRA DE PEDRO.

En aquel tiempo llegó Jesús a la región de Cesárea de Felipe y preguntaba a sus discípulos: " ¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?”. Ellos contestaron: " Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas”. Él les contestó: " Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Simón Pedro tomó la palabra y dijo: " Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Jesús le respondió: " Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”. Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que era el Mesías. Desde entonces empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los senadores, sumos sacerdotes y letrados, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: " ¡ No lo permita Dios, Señor !. Eso no puede pasarte”. Jesús se volvió y dijo a Pedro: " Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios”. Mt 16, 13-23.

Este texto que nos recoge el evangelio de hoy, tiene mucha tela que corta, en su parte Cristológica, como en su parte Eclesiológica. Pero como es normal en mí, el realizar solamente una breve reflexión de pocas líneas, nos centraremos especialmente, en su parte Eclesiológica.

El centro del relato que leemos hoy es la confesión de Pedro, afirmación y a la vez experiencia personal. Por ello la confesión de Pedro es importante, pues es una confesión fruto de una revelación divina, es decir, de un proceso de fe, de una apertura a la acción de Dios a través de la Palabra anunciada por el Maestro. Esta apertura a la acción divina de Dios (fe absoluta), representada en la figura de Pedro, es la base fundamental, es la piedra angular, el punto de apoyo de la comunidad de creyentes.

“Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia ". La Iglesia, ha interpretado está frase durante mucho tiempo, como la presunta promesa que Jesús le hizo a Pedro de concederle la autoridad de la Iglesia.

Lo primero que debemos de tener en cuenta, a nada más que realicemos un pequeño estudios de los evangelios, es que solamente en este pasaje de Mateo se habla de una Iglesia. Es por lo que debemos deducir, que si Jesús, hubiera tenido intención alguna de crear una Iglesia; en primer lugar esa idea también hubiera sido recogida por los demás evangelistas. Y en segundo lugar, Jesús nos hubiera dejado dicho como sería esa Iglesia o la idea de Iglesia que el tenía. Luego, primera conclusión, Jesús no vino a fundar ninguna Iglesia, su misión era instaurar el Reino de Dios en la Tierra.

Teniendo en cuenta que el evangelio de Mateo se escribe a los cuarenta o cincuenta años de la muerte de Jesús, donde la figura de Pedro tenía la imagen de distinción que le rodeo en tiempo de Jesús, el evangelista introduce este poder a Pedro, con el fin de realza en Pedro la unidad de la comunidad en Cristo. Pero deducir de este texto todos los poderes que los sucesores de Pedro en el papado han tenido a lo largo de la historia de la Iglesia es algo que desde mi punto de vista no se encuentra en el Evangelio.

Pero es curioso, que cuando hemos escuchado la explicación de este texto evangélico, solamente se nos a propuesto lo explicado anteriormente. Y nunca, se nos ha explicado la segunda parte fundamental de este texto, y es que junto al elogio que Jesús hace a Pedro, el texto recoge después la advertencia y enojo que Jesús hace también a Pedro de su conducta: " Jesús se volvió y dijo a Pedro: " Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios”.

Que quiero decir, con esto. Que al igual que el texto recoge la promesa de poder a Pedro en la Iglesia, también recoge el motivo de escándalo de Pedro para Jesús y para la Iglesia.

Los pasos aperturistas que el Papa Francisco, está llevando a cabo en el seno de la Iglesia, y sus revolucionarios discursos, empiezan a chirriar en sectores ultras de la Iglesia, como ya dije en el escrito anterior a este.

Lógicamente este espíritu aperturista, era esperado desde el inicio del Concilio Vaticano II, por un gran grupo de creyente y miembros de la Iglesia Católica.

Personalmente creo que el actuar del Papa es correcto, pero quizás deberíamos ir con más tranquilidad los demás miembros de la Iglesia. No digo tranquilidad en el actuar, sino tranquilidad en la euforia que veo en algunos, pues podemos caer en el error de mitificar al Papa Francisco. No lo mitifiquemos demasiado porque entonces caeremos en la tentación de poner en primer lugar mi propia ilusión particular y creer que la Iglesia se habrá renovado si se cumple lo que yo deseo.

Lo que creo, es que todos deberíamos intentar colaborar al máximo en estas direcciones, que el Papa nos va marcando y que todos llevamos presentes desde hace tiempo en nuestro caminar dentro de la Iglesia.

Pues no debemos olvidar el sabio refrán que dice “el bien no hace ruido y el ruido no hace bien”. Y digo esto porque vaya a quedar todo nada más que en ruido. 


martes, 18 de febrero de 2014

MENSAJE DEL PAPA A LAS ESCUELAS Y UNIVERSIDADES CATÓLICAS

El Papa Francisco ha reclamado escuelas y universidades católicas abiertas al diálogo y la diversidad de sus alumnos, entre los que cada vez hay más no cristianos o, incluso, no católicos", durante su encuentro con los miembros de la Congregación para la Educación Católica. Así, ha advertido de que “no se deben aislar del mundo", sino "establecer un diálogo", conscientes del "don" que tienen que ofrecer a todos.

En este sentido, ha destacado que las escuelas y universidades católicas ofrecen una propuesta educativa que busca "el desarrollo integral de la persona" y que responde al derecho de todos a acceder al saber y al conocimiento. En cualquier caso, también ha precisado que, dentro del respeto a la libertad de cada uno, todas ellas están llamadas a ofrecer a Cristo como "sentido de la vida".

Además, el Pontífice ha destacado que la educación católica es "uno de los retos más importantes" que afronta la Iglesia, que trata de poner en práctica la nueva evangelización en un contexto histórico y cultural en constante transformación.

Para afrontar este desafío, el Papa ha puesto el ejemplo de Jesús, que "comenzó a predicar las buenas nuevas en Galilea, una ciudad llena de "diferentes razas, culturas y religiones". Por ello, insta a las personas que trabajan en educación a implicarse "en rutas de intercambio educativo y diálogo". Asimismo, ha reconocido "la contribución" que hacen las instituciones religiosas y otras instituciones católicas en el contexto "del pluralismo cultural y religioso".

Por otro lado, ha pedido la preparación de "profesores calificados" porque la educación está dirigida a una generación "que está cambiando" y para que sean capaces de "comunicarse con los jóvenes".

En este sentido, define la educación como "un acto de amor" y, como tal, "exigente" y necesitada de los "mejores recursos", para "comenzar un viaje paciente con los jóvenes". Así, el Papa señala que el educador en las escuelas católicas tiene que ser "muy competente, calificado y lleno de humanidad" y destaca, además, que tiene que ser "capaz de estar entre los jóvenes con estilo pedagógico, para promover su crecimiento humano y espiritual".

Por esta razón, el pontífice ha destacado también que el educador necesita "aprendizaje permanente" y, por eso, pide "invertir" en que los maestros y los administradores pueden mantener su "alta profesionalidad" y "su fe".

Finalmente, Francisco ha mostrado su preocupación por que estas instituciones sean "una presencia viva del Evangelio" en el campo de la educación, la ciencia y la cultura.

Francisco ha propuesto al examen de los participantes tres aspectos: el valor del diálogo en la educación, la preparación calificada de los formadores y la responsabilidad de las instituciones educativas.

"Efectivamente -ha dicho refiriéndose al primer punto-, las escuelas y universidades católicas son frecuentadas por muchos estudiantes no cristianos e incluso no creyentes. Las instituciones católicas ofrecen a todos una propuesta educativa que tiene como objetivo el desarrollo integral de la persona, que responde al derecho de todo ser humano a tener acceso al saber y al conocimiento. Pero, están igualmente llamadas a ofrecer a todos, con pleno respeto a la libertad de cada individuo y de los métodos propios del entorno escolar, la propuesta cristiana, es decir Jesucristo como sentido de la vida , del universo y de la historia. Jesús comenzó a predicar la buena nueva en la "Galilea de los gentiles ", una encrucijada de personas de diferente raza, cultura y religión. Ese contexto es similar en algunos aspectos al mundo de hoy. Los profundos cambios que han llevado a la difusión, cada vez más amplia, de sociedades multiculturales, exigen a cuantos trabajan en la escuela y en la universidad que se involucren en itinerarios educativos de intercambio y diálogo, con una fidelidad valiente e innovadora que sepa favorecer el encuentro de la identidad católica con las diferentes "almas" de la sociedad multicultural".

Hablando del segundo aspecto, el Papa ha señalado que durante su encuentro con los Superiores Generales, subrayó que la educación en nuestros días "está dirigida a una generación que cambia, y que, por tanto, todo educador - y toda la Iglesia que es madre educadora- están llamados a 'cambiar' en el sentido de ser capaces de comunicar con los jóvenes que tienen enfrente.... La educación es un acto de amor, es dar vida... El educador en las escuelas católicas debe primero ser muy competente y calificado, y, al mismo tiempo, lleno de humanidad, capaz de estar entre los jóvenes con estilo pedagógico para promover su crecimiento humano y espiritual. Los jóvenes necesitan educación de calidad y de igual modo valores, no solo enunciados, sino atestiguados. La coherencia es un factor indispensable en la educación de los jóvenes".
Por cuanto respecta a la responsabilidad de las instituciones educativas de "expresar una presencia viva del Evangelio en el campo de la educación, la ciencia y la cultura", Francisco ha reiterado la necesidad de que las instituciones académicas católicas "no se aíslen del mundo sino que sepan entrar con valentía en el Areópago de las culturas actuales y entablar diálogo, conscientes del don que tienen que ofrecer a todos".


sábado, 15 de febrero de 2014

EVANGELIO DOMINGO 16 DE FEBRERO 2014. SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según san Mateo (5,17-37)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno sólo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. Os lo aseguro: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil" tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "renegado" merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto. Habéis oído el mandamiento "no cometerás adulterio." Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno. Está mandado: "El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio." Pues yo os digo: El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor." Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir "sí" o "no". Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»

COMENTARIO.-

El Evangelio de este domingo es la continuación a los dos domingos pasados. 

Este texto evangélico se encuentra dentro del contexto del Sermón de la montaña, y es pieza clave para entender todo el mensaje de Jesús. Y por eso mismo se ha de leer a la luz del conjunto del mensaje de Jesús que ya conocemos. En él encontramos cuatro partes fundamentales:

-La primera desde Mt 5, 17- 20 donde el mensaje nos lleva más allá de la ley. 

“No creáis que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud ". Este texto sale al paso de las acusaciones que se le hacían a Jesús y al cristianismo primitivo. Pues, se sabe por los evangelios que Jesús fue acusado varias veces por violar la ley, la base del comportamiento israelita.

En este pasaje se deja mi claro que el principio del cristianismo no es la observancia exacta de las normas y las leyes religiosas, sino que es el AMOR. Esta es la ley suprema y el mandamiento que debe distinguir a los seguidores de Jesús. Y este ha podido ser uno de los problemas de nuestra religión. Que en la teoría, ha predicado el amor, pero en la práctica, lo que impone, exige son los dogmas, normas y leyes religiosas, que a veces o en la mayoría llevadas al extremo de sus exigencias han contribuido a la ruptura de las relaciones humanas, en definitiva de las relaciones fraternas.

Este tema, es la segunda parte del evangelio de hoy, Mt 5, 21-26, las relaciones fraternas.

Teniendo establecido el principio del cristiano que es el AMOR. Jesús empieza a sacar consecuencias, sobre los comportamientos de la Ley.

La primera lógicamente se refiere al respeto mutuo. Porque el respeto está antes que el amor. Nadie puede decir que ama a alguien si le falta al respeto. Respetar la dignidad de las personas, sus ideas, creencias es fundamental, de ahí, la prohibición de Jesús de pronunciar cualquier palabra ofensiva o de menos precio a los demás.

Pero el evangelio de un paso más y muy decisivo. Porque asocia esta actitud fundamental ante los demás con nuestros comportamientos religiosos. Y es que ocurre con frecuencia que hay quien pone todos sus respetos y centra todos sus amores en el altar, es decir, en el centro mismo de las prácticas religiosas. D ahí que estamos tan habituados a dos formas de conducta, que son estrictamente contradictorias: 1) el esmero y respeto absoluto en todo lo que se refiere al culto y a los altares, es decir a "lo sagrado"; 2) la ligereza, la frivolidad y hasta la crueldad con que tratamos "lo profano". El criterio de Jesús es tajante: "si tus relaciones con alguien no están como tiene que estar, no te acerques al altar sin antes haber resuelto eso.

El evangelio continúa estableciendo como deben ser las relaciones fraternas en la tercera parte Mt 5, 27-32, y lo hace con unas referencias al adulterio y al divorcio.

El problema, que plantea Jesús en esta parte del evangelio no es un problema de sexualidad, como siempre sea tendido a la hora de explicar este trozo del evangelio. El problema que nos presenta aquí Jesús es el de la violencia. Y es que, por experiencia, sabemos que el deseo de lo ajeno es fuente de violencia en todas sus formas: la violencia económica, política, social, sexual, profesional, familiar. Y prueba de ello, lo tenemos en esta gran crisis económica que tenemos, que es el fruto de la codicia de unos cuantos. Por eso Jesús nos dice, que antes de ejercer la violencia sobre los demás, es preferible ejercerla cada cual sobre sí mismo. A eso alude en las duras palabras sobre la mutilación.

En cuanto a las palabras finales sobre el divorcio, no se refiere a la prohibición del divorcio, sino a la anulación del derecho que sólo tiene el marido para repudiar a la mujer, lo cual es motivo de discriminación, de desigualdad y de violencia.

Termina el texto evangélico de este domingo Mt 5, 33-37, con una mención al juramento.

Jesús es tajante en el tema del juramento, lo prohíbe en absoluto. Y lo prohíbe principalmente, porque el juramento ante Dios, se puede utilizar y se ha utilizado a lo largo de la historia para legitimar muchos disparates y especialmente dentro de nuestra religión. Disparates que dan lugar a la ruptura de las relaciones humanas y por lo tanto de las relaciones fraternas.

En definitiva, que en una verdaderas relaciones humanas y fraternas es donde podemos encontrar a Dios, como lo encontró Jesús al Padre. Porque Dios se humanizó en Jesús, para que nosotros comprendiéramos, que en esa humanización y en esa relación humana esta Él. El verdadero Dios, que es Amor.


DIFUNDID EL EVANGELIO. PÁSALO.


Lee también si te interesa lo escrito esta semana


EL PAPA FRANCISCO EXHORTA LA IGLESIA A “NO EXCLUIR” A LOS DIVORCIADOS.

DIVORCIADOS Y VUELTOS A CASAR Y LA DOCTRINA SOBRE LA MORAL SOBRE MORAL SEXUAL, CLAVE EN EL CUESTIONARIO




viernes, 14 de febrero de 2014

SE PUEDE ESTAR FERMENTANDO UN CISMA EN LA IGLESIA

Los pasos aperturistas que el Papa Francisco, está llevando a cabo en el seno de la Iglesia, sobre todo su revolucionaria sencillez y austeridad, además del tono cuasi revolucionario de algunos de sus discursos, empiezan a chirriar en sectores ultras de la Iglesia.

Lógicamente, son muchos los que creen que en esto puede estar el fermento de un posible cisma de la Iglesia en nuestra era. Porque, la verdad sea dicha, este es el ambiente que se vive cada vez más, en nuestra Iglesia. Motivado posiblemente, en la creencia, de que la Iglesia sacramentalista de tiempos pasados ha dado más feligresía, que las posturas de la Iglesia del Concilio Vaticano II.

Pero a todo esto, tengo que añadir que, -uno que comulga con “conservadores“ y “progresistas“-, si existe un problema, es más a veces, por la parte “conservadora“, que por la “progresista“. Y esto, es debido desde mi punto de vista a que los “conservadores“suelen ser muy dogmáticos. Y el dogmatismo, como es bien sabido, ciega la luz del Evangelio en función de los signos de los tiempos. Porque, el dogmático auténtico, lo que en realidad hace, es despreciar a todo el que no piensa como él, y a todo el que, se atreve a decir lo que disiente de lo que él piensa y habla.

Y el ejemplo más claro lo tenemos en Jesús. Jesús, no creo un cisma en el judaísmo. Fueron los sumos sacerdotes, fariseos, los que no escucharon su voz profética, hasta el extremo que decidieron matarlo. Por eso, Jesús no perteneció al Templo de Jerusalén, porque en primer lugar, no pertenecía a la clase sacerdotal y, en segundo lugar no fue una persona dogmática, como los fariseos y los letrados.

En conclusión, el progresismo de Jesús, no dio lugar al cristianismo, si no la ceguera de los hombres de la religión judía, sacerdotes, letrados y fariseos, con respecto al mensaje profético de Jesús, fueron los que hicieron que Jesús fuera perseguido.


Igual, pasa en nuestra Iglesia, el problema no está en los progresistas, sino en aquellos que quieren ver la luz del Evangelio, con la mentalidad de tiempos pasados y no en función de los signos de los tiempos.

Así habla el Papa: “Me duele comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aún entre personas consagradas, consentimos diversas formas de odios, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a evangelizar con esos comportamientos?”.

El Papa Francisco sufre al ver divisiones, conflictos y enfrentamientos de “cristianos en guerra contra otros cristianos”. Es un estado de cosas tan contrario al Evangelio que ha sentido la necesidad de dirigirnos una llamada urgente: “No a la guerra entre nosotros”.

Espero que esta reflexión nos permita una apertura más a comprender el mensaje del evangelio del próximo domingo (que pondré mañana, como es de costumbre).



jueves, 13 de febrero de 2014

EL PAPA FRANCISCO EXHORTA LA IGLESIA A “NO EXCLUIR” A LOS DIVORCIADOS.

El papa Francisco exhortó el pasado día 7 de febrero a la Iglesia a “no excluir" a los cristianos separados o divorciados sino a brindarles apoyo para que, de ese modo, "no se sientan excluidos de la misericordia de Dios".

En un discurso dirigido a obispos polacos que visitaban el Vaticano, Francisco pidió a los pastores de la Iglesia "interrogarse y preguntarse" cómo pueden ayudar a los católicos que han roto su matrimonio.

El papa argentino defendió la familia como "célula fundamental" de la sociedad, ya que es el lugar donde "se aprende a convivir en la diversidad y a pertenecer a los otros donde los padres transmiten la fe a sus hijos".

Jorge Mario Bergoglio analizó la evolución del matrimonio y afirmó que "hoy es considerado como una forma de gratificación afectiva que puede hacerse de cualquier manera y cambiarse según la sensibilidad de cada uno".

Para Francisco, "desgraciadamente esta visión también afecta a la mentalidad de los cristianos, facilitándoles la posibilidad de recurrir al divorcio o a la separación de hecho".

El papa animó a los religiosos "a cuestionarse la forma de ayudar a los que viven en esta situación, para que no se sientan excluidos de la misericordia de Dios".

Los divorciados deben sentir "la preocupación de la Iglesia por su salvación" y ésta debe sostenerles para que no abandonen la fe y eduquen a sus hijos "en la plenitud de la experiencia cristiana".

Por otro lado, Francisco cree que se necesita "mejorar la preparación" de las parejas jóvenes que dan el paso hacia el matrimonio.

"Que puedan descubrir siempre más la belleza de esta unión que, bien fundada sobre el amor y la responsabilidad, está capacitada para superar las pruebas, las dificultades, el egoísmo con el perdón recíproco", explicó.

La comunidad eclesiástica debe ser pues "lugar de escucha, de diálogo, de conforto y apoyo para los esposos, en su camino conyugal y en su misión educativa", manifestó.


Precisamente la familia será el tema central del próximo Sínodo de los Obispos que se celebrará del 5 al 19 de octubre de este año.

miércoles, 12 de febrero de 2014

DIVORCIADOS Y VUELTOS A CASAR Y LA DOCTRINA SOBRE LA MORAL SOBRE MORAL SEXUAL, CLAVE EN EL CUESTIONARIO

Las posiciones de la Iglesia católica en materia de divorcio y contracepción suscitan críticas de los fieles, según las respuestas del cuestionario del Vaticano sobre los desafíos de la familia, tema de un consistorio previsto por el Papa dentro de dos semanas.

Ocho meses después de su elección, el Papa Francisco lanzó en noviembre una consulta mundial sobre la evolución de la familia moderna, a través de un cuestionario enviado a los obispos de todo el mundo en el que se abordaban temas tabúes como el matrimonio homosexual, las parejas de hecho, el divorcio y la natalidad.

El documento incluía un cuestionario con 38 preguntas, en el que se proponía a los obispos que respondieran a temas vetados hasta ahora a la Iglesia Católica basado en respuestas tanto de fieles como de párrocos.

Las numerosas respuestas son elaboradas actualmente por el Vaticano y es posible que el tema sea abordado durante la asamblea de cardenales o consistorio que se celebrará el 20 y 21 de febrero.

De todos modos, el documento preparatorio, que según la tradicional metodología de la Iglesia debe reflejar las varias visiones de los creyentes con respecto a temas delicados y de gran actualidad que aquejan a la familia moderna, será debatido ampliamente durante el sínodo, o asamblea de obispos, que se celebrará en octubre del 2014.

Mientras en los países desarrollados el cuestionario fue recibido con gran interés, en los países del sur del mundo, en particular de Asia y África, genera desconcierto, dado que algunos de los temas tratados resultan casi prohibidos, explicaron fuentes religiosas.

Las respuestas provenientes de los católicos de Alemania y Suiza van a caer como un balde frío sobre los sectores más conservadores, ya que en ellas se pide el retiro de anatemas doctrinales lanzados por Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Según una encuesta pública hecha por la iglesia suiza, basada en 23,636 respuestas, la mayoría de los consultados, de los cuales el 90% se declararon católicos, "esperan que la Iglesia reconozca y bendiga a los divorciados que se vuelven a casar", y les permita comulgar, algo prohibido hasta ahora.

El 60% "aprueba que la Iglesia reconozca a las parejas homosexuales", aunque también una buena mayoría (80%) considera que el matrimonio religioso es sumamente importante para la pareja, lo que denota una "diferencia" de visión entre generaciones e inclusive entre sexos, explicaron los obispos locales.

La Iglesia alemana recalca en cambio la falta de respeto de las reglas por parte de la mayoría de los católicos y asegura que la convivencia es un fenómeno "casi universal" entre los jóvenes, ya que consideran "irresponsable" casarse antes de constatar la solidez de la relación.

También critican la anulación del matrimonio católico, su alto costo y hasta la falta de "misericordia" por parte de la Iglesia ante los problemas de la pareja que la solicita, sometida a un doloroso enfrentamiento.

En América Latina, algunos religiosos temen que el cuestionario no refleje la realidad del mundo católico por temor a la censura por parte de las instituciones internas de la Iglesia.

Temas como el aborto, el matrimonio homosexual, la anulación del matrimonio católico están sobre el tapete de discusión en casi toda la región, con el mayor número de católicos del mundo.

Además, buena parte de los presidentes de la República latinoamericanos son divorciados que se han vuelto casar, por lo que con ocasión de las visitas oficiales al Papa en el Vaticano son recibidos sin la segunda esposa por exigencias de la Santa Sede, algo que resulta para muchos fieles una hipocresía.

Otro tema importante es el de la sexualidad y la contracepción, que para muchos católicos es un argumento en el que la Iglesia no debe imponer normas, según comentaba recientemente en una entrevista el obispo Pierre Marie Carré, de la conferencia episcopal francesa.


Después del sínodo extraordinario del 2014 se celebrará en el 2015 un sínodo ordinario, que podría adoptar medidas revolucionarias para la Iglesia católica, aunque muchos recuerdan que Francisco, cuando era arzobispo de Buenos Aires, tenía posiciones conservadores y fue un acérrimo enemigo del matrimonio gay.

martes, 11 de febrero de 2014

UN AÑO DE UN GESTO PROFÉTICO, QUE PARECE SER EL INICIO DE UN CAMBIO HISTÓRICO EN LA IGLESIA.

Hace justamente un año, tal día como hoy 11 de febrero festividad de Nuestra Señora de Lourdes, la Iglesia Católica vivía uno de los acontecimientos más grande de sus últimos siglos, la dimisión del Papa. La dimisión del Papa Benedicto XVI.

Este es el comunicado del Papa en el que anuncia su dimisión:

"Queridísimos hermanos,
 Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.
 Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.
 Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.
 Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
 Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos.
 Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice.
 Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.
 Vaticano, 10 de febrero 2013".

Querido J.Ratzanguier, Papa emérito Benedicto XVI, transcurrido ya un año de su dimisión y con la tranquilidad y serenidad que da el paso del tiempo a todos los acontecimientos de la historia, no me queda nada más que, agradecerle con todo mi corazón el servicio que ha prestado a la Iglesia. Pero especialmente quiero darles las gracias, por la valentía con la cual afronto su dimisión. Digo valentía, porque no me imagino supondría en aquellos momentos y posiblemente sigue suponiendo hoy en día, en ciertos círculos conservadores de la Iglesia la dimisión del Papa.

Este gesto que, hasta hace pocos días no entraba en las mentes de muchos miembros de la Iglesia, sino solamente en algunos que eran clasificados por progresistas y destructores de la Iglesia y que por tanto había que marginar. Pues bien, este gesto de dimisión, ha demostrado claramente que el Pueblo de Dios, tiene su mente y su corazón más abierto a los signos de los tiempos que, esos fieles jerarcas de la Iglesia; pues han sabido aceptar y encajar su renuncia como un verdadero gesto de amor a Dios y a su pueblo.

Esto simplemente nos puede llevar a plantearnos que igual que el pueblo sencillo ha encajado este acontecimiento, está preparado seguro para aceptar otros tanto que los signos de los tiempos están pidiendo, como la renovación al ministerio sacerdotal, con la libre opción al celibato, el sacerdocio femenino. La apertura ministerial a los laicos en la vida de la iglesia, lastrada por el absurdo poder concedido al ministerio del presbiterado, que permitan una renovada vida sacramental, tan necesaria en la vida de la Iglesia.

Es importante que el movimiento para la reforma interna de la Iglesia sea apoyado por la base más de lo que aparece hoy en día y más de cuanto lo apoya la iglesia oficial.

Muchas gracias por todo y que Dios le acompañe.


sábado, 8 de febrero de 2014

EVANGELIO DOMINGO 9 DE FEBRERO 2014. QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según San Mateo 5, 13-16

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?. No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo".

COMENTARIO.-

Posiblemente, nos encontramos ante uno de los textos más bonitos y significativos de lo que debe ser el verdadero compromiso de la vida cristiana en el mundo; del verdadero compromiso del seguidor de Jesucristo en el entorno que le ha tocado vivir.

El evangelio de este domingo utiliza tres metáforas (la sal, la luz, la ciudad en lo alto de un monte) para explicar cómo ha de ser la conducta de los discípulos y seguidores de Jesús.

Seguramente, la metáfora más complicada es la de la sal. Porque Jesús la relaciona, no con los alimentos, sino con la tierra. Lo más probable es que Jesús se refería al hecho de que la sal no es para sí misma, sino para los demás, para utilidad de otras cosas. Hoy en día, es muy fácil escuchar en nuestra Iglesia, lamentos de que nos sentimos perseguidos, pisoteados, marginados. Siendo nuestra postura, ante estos acontecimientos, de culpar siempre a los que están fuera de la Iglesia. Por eso deberíamos hoy preguntarnos, ¿somos verdadera sal en la tierra? Jesús dijo: " si la sal se vuelve sosa. No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente”.

La metáfora de la luz, nos viene a decir, que a juicio de Jesús, la forma de vivir del creyente tiene que ser como una luz para cuantos la conocen y punto de referencia para los que no la conocen. La luz, no es solo para los que están dentro de la casa, la Iglesia, sino más bien para los que están fuera de la casa.
La luz, no es sólo para alumbrar, sino también para guiar, a los que están alejados y en la oscuridad. Nuestra luz debe iluminar vida, que quien la ve se siente motivado para creer en Dios.

Las dos metáforas coinciden en algo muy importante. Si permanece aislada en un recipiente, la sal no sirve para nada. Solo cuando entra en contacto con los alimentos y se disuelve con la comida, puede dar sabor a lo que comemos. Lo mismo sucede con la luz. Si permanece encerrada y oculta, no puede alumbrar a nadie. Solo cuando está en medio de las tinieblas puede iluminar y orientar. Una Iglesia aislada del mundo no puede ser ni sal ni luz.

La metáfora de la ciudad en lo alto del monte expresa claramente, como dice el texto, lo que no se debe de ocultar, es decir lo que todo el mundo debe de ver. Por tanto, la vida del creyente ha de ser tan transparente, que no tenga nada que tapar o disimular, de forma que pueda estar siempre a la vista de todos. Nuestra Iglesia debe ser esa ciudad en lo alto del monte. Una ciudad que llama a acoger a todos, por su estilo de vida.

El Papa Francisco ha visto que la Iglesia vive hoy encerrada en sí misma, paralizada por los miedos, y demasiado alejada de los problemas y sufrimientos como para dar sabor a la vida moderna y para ofrecerle la luz genuina del Evangelio.

INTENTEMOS SER FELICES Y HACER FELICES A LOS DEMÁS CON SAL Y LUZ DE CRISTO EN NUESTRO LUGAR DE VIDA.


DIFUNDID EL EVANGELIO.PÁSALO.

viernes, 7 de febrero de 2014

UNA IGLESIA QUE IGNORA LA DIMENSIÓN PROFÉTICA DE JESÚS Y DE SUS SEGUIDORES, CORRE EL RIESGO DE QUEDARSE SIN PROFETAS.

El evangelio del próximo domingo nos recuerda que los seguidores de Jesús deben  ser la sal y la luz del mundo. ¿Por qué hoy nuestras comunidades no son esa sal y esa luz en el mundo? ¿Es posible que ignoremos la dimensión profética de Jesús?¿Es posible que ignoremos la dimensión profética de los miembros de la comunidad?

A pesar de que Jesús, reconocía de que nadie es profeta en su tierra. Jesús es y actúa como profeta. No es un sacerdote del templo ni un maestro de la ley. Su autoridad proviene de Dios, empeñado en alentar y guiar con su Espíritu a su pueblo querido cuando los dirigentes políticos y religiosos no saben hacerlo.

Los rasgos del profeta son inconfundibles. En medio de una sociedad injusta donde los poderosos buscan su bienestar silenciando el sufrimiento de los que lloran, el profeta se atreve a leer y a vivir la realidad desde la compasión de Dios por los últimos. Su vida entera se convierte en “presencia alternativa” que critica las injusticias y llama a la conversión y el cambio.

Por otra parte, cuando la misma religión se acomoda a un orden de cosas injusto y sus intereses ya no responden a los de Dios, el profeta sacude la indiferencia y el autoengaño, critica la ilusión de eternidad y absoluto que amenaza a toda religión y recuerda a todos que sólo Dios salva. Su presencia introduce una esperanza nueva pues invita a pensar el futuro desde la libertad y el amor de Dios.

Una Iglesia que ignora la dimensión profética de Jesús y de sus seguidores, corre el riesgo de quedarse sin profetas. Nos preocupa mucho la escasez de sacerdotes y pedimos vocaciones para el servicio presbiteral. ¿Por qué no pedimos que Dios suscite profetas? ¿No los necesitamos? ¿No sentimos necesidad de suscitar el espíritu profético en nuestras comunidades?.


Una Iglesia sin profetas, ¿no corre el riesgo de caminar sorda a las llamadas de Dios a la conversión y el cambio? Un cristianismo sin espíritu profético, ¿ no tiene el peligro de quedar controlado por el orden, la tradición o el miedo a la novedad de Dios?.

domingo, 2 de febrero de 2014

"FIRMES EN LA FE". DÍA DE LA VIDA CONSAGRADA.

Hoy día 2 de febrero la Iglesia celebra el día de la Vida Consagrada. Este año, el lema elegido ha sido una cita de San Pablo a los Colosenses: “Firmes en la fe”. Las personas consagradas han recibido un don, una vocación, una llamada especial, para vivir entregadas a Dios y al servicio de la Iglesia y del mundo. Solo desde la fe, se puede entender esta opción de vida. La fe nos arraiga en el sentido de nuestra vida, que hunde sus raíces en un Dios que nos habita, nos llama, nos tiene tatuados/as en la palma de sus manos, y diariamente otea el horizonte para ver si volvemos a Él.

Una experiencia de encuentro, que se ha traducido en distintos carismas dentro de la Iglesia.

 La historia de la Vida Consagrada es Apasionante, y es que la Pasión de Dios por la Humanidad es una provocación y un desafío que exige una respuesta comprometida. Jesús fue el hombre más apasionado de la Historia porque padeció por amor, y solo por amor.

Cada uno de los Institutos de Vida Consagrada tiene un origen, una llamada, y de esa chispa hemos prendido en el Amor más Ardiente.


Felicidades y gracias a todos los que han dedicado su vida a los demás.

sábado, 1 de febrero de 2014

EVANGELIO DOMINGO 2 DE FEBRERO 2014. PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

Evangelio según San Lucas 2, 22-40.

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: " Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: " un par de tórtolas y dos pichones”. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo; que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue el templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: " Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”. Su padre y su madre estaban admirados por lo que decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: " Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma". Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro, no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba”.

COMENTARIO.-

La verdad, es que hasta estos escritos de Lucas, poco sabemos de la infancia de Jesús. Incluso lo poco que sabemos, está escrito y enfocado desde la vivencia ya de Cristo Resucitado. El evangelista nos relata en primer lugar, la aplicación de la ley de Moisés en la familia de Jesús. De lo cual podemos deducir, que Jesús fue judío, fue educado y enseñado en la ley judía, en la ley de Israel.

La búsqueda y el encuentro de Dios por parte de Jesús, le lleva a descubrir el inmenso amor del Padre, su gran misericordia hacia todo el género humano. El evangelista simboliza todo ello en dos personajes Simeón y Ana.

De Simeón el evangelio nos dice que es una persona de esperanza que ve con optimismo el futuro, pues tiene la certeza que Dios no se olvida de su pueblo. Cuando toma en sus brazos al niño Jesús, el anciano está abrazando la promesa cumplida en el Mesías Niño. El antiguo mundo judío se abraza tiernamente al nuevo proyecto de salvación para el mundo que irrumpe allí, en medio de aquel viejo templo. Esta esperanza y esta ternura lo capacita para ver donde nadie ve. Simeón ve en el Niño la futura misión profética de Jesús, la cual, no será de ninguna manera tranquila. 

Ana, como profetisa y mujer santa está al mismo nivel que Simeón. Esta pareja de ancianos judíos abren la puerta del evangelio. Esta es la buena noticia que Lucas quiere hacer resonar en la misma puerta del templo de Jerusalén. Emocionada, llena aquel viejo templo de gritos, anuncios y alabanzas. En Jesús se realizan las promesas de parte de Dios y se satisface la espera de parte del pueblo. Lo nuevo, como siempre, vuelve a nacer de lo viejo.

Jesús fue judío, educado en la cultura y en la religión de Israel. Pero eso no quiere decir que el cristianismo sea una mera prolongación de judaísmo. Jesús nació y fue educado en una religión de ritos, observancias y purificaciones sagradas. Pero él no propuso una religión nueva, sino un nuevo estilo de vida. Por eso podemos decir que el cristianismo no es una religión. Ya que el cristianismo no se basa en ritos de purificación, sino en la humanización de las personas.

En el evangelio de hoy y en la liturgia de la Iglesia, se sigue leyendo la Ley de Moisés y los textos del Antiguo Testamento. Recordar todo aquello ayuda a nuestra fe. Porque en aquello se contienen los antecedentes de nuestra fe. Pero la fe cristiana se origina en Jesús y a partir de él. Lo que crea más dificultades y dudas es que, en las misas y oraciones de la Iglesia, se oye el Antiguo y el Nuevo Testamento y a ambos se les da el mismo valor de " palabras de Dios ", cuando en realidad no tienen, ni pueden tener, el mismo valor para la fe cristiana.


Nuestro Dios, no es Yahvé, sino el Padre del que nos habló Jesús.